La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ya tiene sus primeras propuestas de soluciones parciales para evitar que se vuelvan a repetir consecuencias tan nefastas como las que dejó la gota fría del pasado mes de septiembre. Los técnicos de la CHS han elaborado una serie de medidas a adoptar para ser estudiadas en la mesa técnica del Plan Vega Renhace de la Generalitat que pretende analizar y aplicar medidas estructurales en la Vega Baja para su regeneración y rehabilitación tras la DANA, pero sobre todo, las de futuro para evitar al máximo los daños en el caso de un episodio meteorológico extremo, como el de septiembre. Entre las soluciones que propone la CHS para reducir el riesgo de inundaciones está el ensanchamiento del cauce del río donde sea necesario y su renaturalización una vez ampliado, en lugar de llevar a cabo un segundo encauzamiento.
De esta manera, la pretensión de la CHS es ampliar el cauce actual, lo que permitiría reducir el riesgo de desbordamiento como sucedió durante el episodio de la DANA, y evitar que se pueda producir una riada en el caso de lluvias fuertes aguas arriba de la comarca, que terminan aumentando el caudal que llega hasta la cola del Segura. Una medida que es aplaudida por los colectivos ecologistas, como Amigos de Sierra Escalona (ASE) y Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), quienes señalan que «un segundo encauzamiento tendría un impacto territorial muy lesivo para la huerta tradicional de la comarca», en palabras del presidente de ASE y miembro de AHSA, Miguel Ángel Pavón. AHSA, que espera formar parte de la quincena de expertos que decidirá las obras a realizar en la comarca dentro del Plan Vega Renhace, plantea también, como combinación a esa propuesta de ensanchamiento del cauce, que se lleven a cabo bypasses en Orihuela y en Rojales, donde el Segura atraviesa sus cascos históricos, para resolver los estrechamientos del río a su paso por sus cascos urbanos. Una propuesta que acogieron los expertos que se reunieron esta semana en Orihuela y que forman parte de la mesa técnica de ese Plan Vega Renhace.
Escorrentías
Otra actuación que la CHS también considera fundamental para evitar gran parte de los destrozos que causó la DANA, es la de derivar hacia el Parque Natural de El Hondo y su entorno las escorrentías de las ramblas que hay entre Abanilla y Crevillent (río Chícamo, la Rambla Salada o la de Albatera) para descargar al Segura de esas aportaciones. Unas escorrentías que finalmente serían absorbidas o por El Hondo o por espacios agrícolas, zonas actualmente poco ocupadas por viviendas. No obstante, la propuesta necesita de un estudio de viabilidad territorial de esos espacios de sacrificio donde se tendrían que generar compensaciones a sus propietarios.
Desde AHSA valoraron positivamente esta propuesta a falta de detallar qué espacios serían los que absorberían esos flujos hídricos. Esas escorrentías causaron graves destrozos durante la gota fría de septiembre, sobre todo en Benferri y en Orihuela, donde la falta de encauzamiento de la rambla que desemboca en El Escorratel inundó toda esa zona. «El Patricova de 2003 incluía ambiciosas actuaciones de restauración hidrológico-forestal, que ahora plantea la CHS, en espacios como las cabeceras del río Chícamo o de la rambla de Albatera, y que no se han hecho, son actuaciones que hay que impulsar para reducir las escorrentías superficiales y favorecer la recarga de acuíferos por infiltración», explica Pavón, quien planteó el deslinde del dominio público hidráulico ligado a los cursos de agua de Sierra Escalona «para revertir ocupaciones ilegales y fomentar su recuperación como corredores ecológicos», señala el presidente de ASE.
Corredores verdes
La CHS propone el diseño de infraestructuras de derivación de caudales extraordinarios a los corredores verdes y zonas de sacrificio, vertederos de pico de pato, presas hinchables y compuertas abatibles. Además, los técnicos de la Confederación plantean un sistema de cauces extraordinarios con corredores verdes por el norte de la Vega Baja. También un sistema de defensas abierto para el control lateral de la zona inundable, y pasos de agua o canalizaciones discontinuas para las conurbaciones, además de un corredor verde de recogida de caudales desbordados por el paquete de azarbes de El Hondo y El Molar. La adecuación de la gola del Segura en Guardamar con la posible evacuación por bombeo de caudales desbordados completan las soluciones en cuanto a obras de encauzamiento. Por su parte, los ecologistas insisten en la necesidad de recuperar la red de azarbes y acequias de la huerta tradicional como elementos drenantes básicos de la zona inundable del Bajo Segura.
