La junta de gobierno del Ayuntamiento de Orihuela aprobó ayer la compra de la casa Agulló, en pleno palmeral San Antón, como primer paso del proyecto que pretende poner en valor el espacio protegido como BIC y Lugar de Interés Comunitario (LIC). De origen islámico y agrícola, es el segundo palmeral más importante de Europa. La adquisición de la vivienda se ha realizado por 50.958 euros, según informó en rueda de prensa el concejal secretario del órgano colegiado, José Aix (Cs).

La vivienda se rehabilitará como centro de interpretación del palmeral en el marco de un proyecto global que pretende invertir 821.000 euros en la recuperación de los valores culturales, ambientales y paisajísticos de este palmeral de origen árabe a través de la mejora de caminos, sendas, carriles bici, señalización. También con la recuperación del acueducto del canal de la Escorrata, pozos, balsas de riego, baños de San Antón, azarbes y acequias, muros de mampostería y el vallados de caña tradicional. El objetivo es «la puesta en valor de todo el entorno», en palabras del concejal de Medio Ambiente, Dámaso Aparicio (PP). «La compra de la vivienda es el epicentro de toda la intervención», agregó el concejal a INFORMACIÓN. La casa Agulló era la antigua vivienda del conserje que vigilaba el espacio municipal y se convertirá en el recinto de bienvenida y aula de naturaleza para quien quiera conocer este singular paraje formado por huertos con diez mil palmeras.

La inversión de 821.000 euros fue aprobada por el pleno del Ayuntamiento el pasado mes de noviembre. 331.000 se esperan como subvención de los fondos FEDER de la Unión Europea, según las mismas fuentes.

Una vez adquirida la vivienda el área de Medio Ambiente tiene previsto tramitar la contratación que permita llevar a cabo la inversión. Una licitación global que el concejal, al hilo de la adquisición de la casa, indicó el edil, que va a ser inminente. Pero proyecto ya lleva un año de recorrido. Y retrasos. Fue anunciado por el anterior edil del área Miguel Ángel Fernández a principios de 2019. En ese momento se aseguraba que estaría adjudicado en el verano del año pasado. Retraso que, por otra parte, permitirá renovar muchas de las infraestructuras de acceso a los bancales de palmeras y senderos destruidos por la DANA de septiembre. El agua alcanzó en el palmeral más de un metro de altura tras las lluvias torrenciales. La planicie junto a la Sierra de Orihuela del palmeral está en una cota inferior a los viales que lo circundan.

Este plan de rehabilitación coincide con la entrega inminente y presentación pública de los trabajos del Plan Director y Gestión de este palmeral, de los que va a dar cuenta en breve por parte del edil Aparicio, para su posterior exposición pública y presentación de alegaciones. Este proyecto ha supuesto un coste de otros 48.000 euros para las arcas municipales, también financiados por la UE -fondos Edusi-. Con el plan director se ha realizado una radiografía fidedigna del estado actual ambiental del palmeral. Con ese retrato se señalan las actuaciones necesarias para preservar el palmeral, amenazado en los últimos años por la plaga del picudo -aunque menos agresiva con las palmeras datileras, mayoritarias en San Antón-. Plaga que a su vez ha provocado actuaciones de intervención con productos fitosanitarios y podas agresivas para impedir la extensión de la plaga. El plan debe indicar las actuaciones paisajísticas, ambientales y de conservación que se deben llevar a cabo desde ahora.

Usos urbanísticos

La totalidad de los ejemplares de este palmeral en forma de media luna «abrazado» a la ladera de la Sierra de Orihuela están inventariados por el Ayuntamiento. La rehabilitación ambiental, paisajística y patrimonial del palmeral, es una promesa de sucesivos gobiernos municipales de Orihuela desde hace décadas. Pendiente pese a que su protección como BIC se remonta a los años sesenta del pasado siglo.

La mayor parte del paraje, que ocupa más de 650.000 metros cuadrados, es suelo municipal, pero todavía quedan varias parcelas de envergadura en manos privadas, aunque igualmente protegidas. Además del proyecto de acondicionamiento por esos 821.000 euros y el Plan Director, ya en su última fase, Orihuela tiene pendiente la aprobación del Plan Especial de Protección del Palmeral (PEP). Un documento en el que se dispongan los usos del suelo y se decida qué hacer con las edificaciones que invaden el palmeral.

La Generalitat tumbó el último intento del Ayuntamiento de sacar adelante este instrumento urbanístico porque consideraba que el municipio priorizaba los usos actuales de esas edificaciones sobre la conservación del propio palmeral. Incluso daba mayor edificabilidad a la zona protegida. En el entorno del palmeral y dentro del BIC hay dependencias municipales, entre ellas espacios deportivos y colegios.

En el marco de ese interés político por reflejar el deseo de protección del palmeral el Ayuntamiento de Orihuela acogió en enero de 2019, en el inicio de la precampaña electoral, unas Jornadas Internacionales sobre el Legado Andalusí y la Ruta de los Palmerales del sureste español y norte de África, con compromisos de colaboración en rutas de los palmerales con países del Magreb y que se quedaron el protocolo de intenciones.