La Cruz de los Caídos de Callosa de Segura puede volver a visitarse... Pero no en su emplazamiento original, la plaza de España, de donde fue retirada hace justo dos años, sino en una sala del Museo del Cáñamo. El Ayuntamiento ha acondicionado una dependencia anexa a la nave central de ese museo para exponer la enorme cruz de mármol y su pedestal, con los nombres de los 81 callosinos caídos «por Dios y por España», en recuerdo de los muertos vinculados al bando golpista durante la Guerra Civil. La decisión llega siete meses después del cambio de gobierno en el municipio, ahora liderado por el Partido Popular con el apoyo de Ciudadanos, en lugar del tripartito de izquierdas (PSOE, EU y Somos Callosa) bajo cuyo mandato fue retirada la cruz falangista en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.

De este modo, el alcalde de Callosa, Manuel Martínez (PP) asegura dar cumplimiento del auto del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, dictado en el momento de la retirada del monolito en 2018, que señala que «la Administración custodie adecuadamente todos los elementos, pedestal y cruz, de forma tal que pueda el conjunto ser reconstruido, en el supuesto de que triunfe la pretensión del actor», en referencia al contencioso judicial, pendiente actualmente de juicio, que tiene la Plataforma en Defensa de la Cruz contra el Ayuntamiento por la presunta vulneración de derechos fundamentales de la libertad religiosa, donde pide la restitución del monolito a su lugar originario. Esta plataforma, asesorada por la asociación de Abogados Cristianos, presentó un recurso ante el TSJCV, en noviembre de 2018, tras el fallo judicial del Juzgado de lo Contencioso número 1 de Elche que avaló su retirada y dio la razón al consistorio al atribuir a la Cruz «una significación marcadamente política, con una finalidad distinta de la estricta manifestación de la fe católica».

Hoy, precisamente, se cumplen dos años de aquel 29 de enero de 2018 cuando unos operarios cortaban la Cruz y la cargaban en un camión ante las protestas de decenas de vecinos y de un grupo vinculado a la Falange Española y que acabó con dos detenidos. Hasta esta semana, la polémica Cruz y su pedestal permanecían arrumbadas en el patio del Museo del Cáñamo, a la intemperie. Un motivo por el cual el regidor callosino dice que «le hemos buscado el lugar idóneo, custodiada y a resguardo, y allí estará hasta que un dictamen judicial dicte lo contrario». A Martínez le recuerdan estos días su promesa electoral de devolver la Cruz a la plaza de España, un deseo que dice seguir teniendo aunque «no podemos saltarnos las disposiciones judiciales y estamos a la espera de ese juicio y de dictar su restitución lo haremos».

Polémica

La decisión que ha despertado más polémica es la de permitir la visita a la sala donde se custodia ahora la Cruz de los Caídos. Desde algunos sectores de la izquierda critican que el Ayuntamiento exponga al público, en un espacio municipal, un monolito retirado por incumplir la Ley de Memoria Histórica, como avalaron varios fallos judiciales. El PSOE señaló ayer que «dos sentencias firmes lo catalogan de vestigio franquista por lo que su visita debería de hacerse bajo un contexto de espacio de memoria histórica para no acarrear problemas jurídicos». Martínez defiende la decisión porque «tenemos que estar con las demandas de los ciudadanos que han pedido poder verla y por eso tenemos que facilitarlo, ya que al fin y al cabo es un bien público y no es algo de lo que haya que esconderse ni guardar en un sitio cerrado».

La Plataforma en Defensa de la Cruz aplaude la medida. Su portavoz, Toni Illán, explica que «estaba tirada a la intemperie y expuesta al vandalismo, lo que incumplía lo dictaminado por el TSJ y ahora está custodiada y con videovigilancia hasta que se celebre el juicio que tenemos contra el Ayuntamiento». Para Illán, el visitar de nuevo la Cruz «de manera digna» le da «un halo de esperanza» y vaticina que «será un camino largo, pero tarde o temprano la Cruz volverá a su lugar».

Para el PSOE, la medida refleja «un equipo de gobierno- PP y Cs- cautivo de una promesa electoral, la que en campaña lanzaba Manuel Martínez asegurando que lo primero que haría si era Alcalde sería devolver el monumento a la plaza de España, donde tras siete meses de gobierno esta promesa no se ha materializado», señaló a este diario el portavoz socialista, y exalcalde que fue el artífice de la retirada del monolito, Fran Maciá. Maciá niega que no se cumpliera la custodia de la Cruz ya que «esta aplicándose desde febrero de 2018 en el Museo del Cáñamo, un recinto adecuado tanto patio como inmuebles, tal y como refleja el informe que el anterior equipo de gobierno solicito de la Policía Local acerca de sus instalaciones, recinto completamente cerrado y vallado con alarma y cámaras de seguridad».