La Sala de lo Contencioso-Administrativo sección 2 del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha dictado sentencia a favor del recurso interpuesto por dos policías locales al nombramiento en 2015 de Jefe de la Unidad de Atestados e Informes del actual intendente de la Policía de Callosa de Segura, Juan Antonio Sánchez. Una decisión que no es vinculante, ya que el puesto lo ocupa actualmente otro policía porque Sánchez optó posteriormente a otras plazas, que ganó, siendo la última la de Intendente, que, por cierto, también está recurrida por el Sindicato de Policías y Bomberos (SPPLB).

La sentencia que anula su anterior nombramiento como Jefe de Atestados de la policía callosina señala que el entonces oficial Jesús Filomeno Adsuar no poseía la competencia para realizar el procedimiento ya que ese deber recae en el alcalde, que en esos momentos era el socialista Fran Maciá, siendo esta premisa en la que el TSJCV se ha basado para anular dicho procedimiento. El sindicato SPPLB señala que Juan Antonio Sánchez obtuvo el primer lugar en el procedimiento ahora anulado por el tribunal y que este funcionario también quedó en primera posición en todos los procedimientos internos de la Policía Local a los que se presentó, que además de Jefe de la Unidad de Atestados e Informes, fue la plaza de Oficial (mando) por mejora de empleo, la de Intendente interina, y por último, la plaza de Intendente de carrera, puesto que ocupa actualmente.

El sindicato policial también ha recurrido tanto su nombramiento como Oficial como de Intendente por supuestas irregularidades en sus procedimientos, diligencias que actualmente se dirimen en los juzgados. Desde la sección sindical informan que una vez dictaminadas todas las sentencias contencioso-administrativas, se reservan el derecho de interponer denuncia penal por presunta prevaricación en los procedimientos. Desde SPPLB se muestran muy críticos con el tripartito del anterior mandato y, sobre todo, con el exregidor Fran Maciá y con la exedil de Policía Asunción Miralles «que presumían de transparencia».