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Expertos advierten en Orihuela del mal encauzamiento del Segura

Jorge Olcina señala en unas jornadas que el río «está mal calculado» para las lluvias torrenciales, que aumentarán con el cambio climático

Expertos advierten en Orihuela del mal encauzamiento del Segura

«El encauzamiento del Segura está mal calculado para las lluvias que aquí pueden caer. Ya se vio en el temporal de octubre del 2000 y no se ha hecho nada». Es la advertencia que lanzó ayer el experto en cambio climático Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico de la Universidad de Alicante, en las jornadas organizadas por el Ayuntamiento de Orihuela en el campus de Salesas de la Universidad Miguel Hernández donde, precisamente, se debatió sobre el cambio climático y sus consecuencias, con la mirada puesta en la gota fría que azotó la Vega Baja en septiembre.

Olcina, que es uno de los comisionados del presidente de la Generalitat Ximo Puig para la coordinación de las actuaciones relacionadas con el Plan Vega Renhace, expuso las lecciones aprendidas con la DANA de septiembre señalando que algo «que hay que trabajar» como es el encauzamiento del río «hay que repensarlo, se hizo tras la inundación de 1987 y se calculó para unas dimensiones de agua que pudieran circular, y se ha visto que están en el límite porque el cauce se ha ido colmatando». Junto al cauce principal «también hay que cambiar los que generaron daños como la rambla de Abanilla o Derramador». Recordó que la competencia es del Ministerio de Transición Ecológica.

«El territorio hay que repensarlo, no podemos maltratarlo como se ha hecho, especialmente, en el litoral Mediterráneo que creció mucho con el boom inmobiliario, pero los efectos los estamos teniendo después», indicó, poniendo el foco en el urbanismo descontrolado. «Se ha destruido suelo útil muy importante perdiendo, por ejemplo, capacidad de filtración». «Hay espacios que no deberíamos tocar», insistió, «por su alta peligrosidad».

El catedrático señaló que la Vega Baja es una de las áreas de mayor riesgo de toda Europa, en lo que se refiere al cambio climático, «y en ocasiones falta transparencia en la gestión del agua y hay que mejorar la información que se da a la población», advirtió. Olcina explicó, además, que las soluciones estructurales por sí mismas no sirven, deben ser integrales «y debemos estar unidos o, de lo contrario, las medidas que se anuncian no servirán para nada ya que lo que se busca es hacer un plan en la Vega Baja que sirve como ejemplo a Europa, pero, si cada uno va por su lado, vendrá otra gota fría y no se habrá hecho un cauce nuevo y seguiremos destruyendo territorio».

Ese plan debe tener tres ejes, según este experto, «obras hidráulicas, hay que reducir la peligrosidad del Segura porque el tipo de lluvias que está cayendo vemos que genera problemas; organizar mejor el territorio, que no es que no se vaya a construir sino aconsejar dónde hacerlo desde el punto de vista del riesgo para la población; y la educación para el riesgo». Además de Olcina, participaron el presidente de la Sociedad Española de Ciencias del Suelo, Jorge Mataix, la directora del Área Ambiental de la UMH, Fuensanta García, la directora general de Cambio Climático de la Generalitat, Celsa Monros, y de alcalde, Emilio Bascuñana, que presidió la mesa de debate.

Medidas de mitigación

Celsa Monros señaló que hay que llevar a cabo las medidas de mitigación posibles «para preparar a las ciudades, tenemos que hacer que nuestros municipios sean lo más sostenibles posible y las inversiones tendrán que hacerse con cabeza (...) tenemos la estrategia montada y hay que aprovechar los fondos de manera racional y trabajar de manera organizada y planificada», dijo la alto cargo del gobierno valenciano. Por su parte. Fuensanta García puso el foco en los suelos agrícolas de la comarca y dijo que «es fundamental que se regule el manejo del suelo agrícola para mantener su calidad con menos laboreo, uso de recursos orgánicos y diversificación de cultivos para albergar mucho más carbono que hace a los suelos serán más resistentes a la erosión, a las inundaciones y a la sequía», indicó la directora del Área Ambiental de la UMH. Jorge Mataix se centró en el riesgo de incendios señalando que «el cambio climático aumenta las temperaturas y este proceso incrementa el riesgo de incendios, aumenta el periodo estival seco y también la frecuencia de las lluvias torrenciales».

El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, volvió a pedir los recursos necesarios para acometer las mejores soluciones para el riesgo de inundaciones y los periodos de sequía «tenemos una oportunidad única y tenemos y tenemos que aprovecharla y no nos podemos parar ni en una cuestión económica ni en intereses particulares, ni de personas, ni de colectivos ni de municipios; si se tiene que sacrificar una persona, colectivo o municipio, lo deberá hacer».

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