Más de 530 millones de euros en pérdidas y daños por la gota fría que asoló Orihuela, la zona cero de una catástrofe que azotó a toda la comarca de la Vega Baja. Es la cifra en la que el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, estima las consecuencias de las peores inundaciones en 140 años por culpa de una DANA «que nos ha condicionado todo el mandato, que acabamos de empezar, si no más...», señala el regidor en su despacho donde atiende a INFORMACIÓN en este inicio de año. Solo en el polígono industrial Puente Alto los daños han alcanzado los 150 millones de euros, que se suman a los 25 en infraestructuras y bienes municipales, entre otros.
Las ayudas están llegando a cuentagotas por culpa de la interminable burocracia. Ayudas aprobadas y prometidas por las diferentes administraciones que, señala el regidor oriolano, no cubren todos los daños que ha tenido su municipio y el resto de la comarca. «Las ayudas se han prometido y, en algunos casos, concretado y otorgado formalmente pero que todavía no llegan, y las que se han aprobado no son suficientes porque no cubren todas las necesidades que tiene Orihuela y la Vega Baja».
Además, el alcalde pide mayor agilidad en la tramitación. «Se están dando ayudas pero no llegan las suficientes a las viviendas ni a los vehículos que se han perdido, ni a los agricultores ni a las administraciones locales, aunque agradezco el esfuerzo que están haciendo las otras administraciones para enviar ayudas, pero no son suficientes ni en cantidad ni en tiempos ya que se necesitan ya (...) los vecinos siguen teniendo problemas con sus casas, con los vehículos que han perdido y los agricultores con todo lo que han perdido, y sin una ayuda acorde a la necesidad», indica Bascuñana quien quiere recalcar «el esfuerzo tanto del presidente de la Diputación, Carlos Mazón, como del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya que tienen presente a Orihuela permanentemente». «Sabemos que es complejo gestionar todo esto desde el punto de vista administrativo y procedimental, pero ahí es donde digo que necesitamos soluciones inmediatas».
Difícil labor de los alcaldes
Las principales ayudas para paliar la postemergencia por la DANA las ha aprobado la Generalitat Valenciana, con más de 120 millones de euros. El alcalde oriolano rechaza entrar en una polémica sobre las ayudas que concede cada una de las administraciones, en mayor o menor medida, «todas son bienvenidas» y reconoce la difícil labor de los alcaldes afectados por la DANA «porque agradecemos el acompañamiento y las ayudas que se dan, pero al mismo tiempo no podemos dejar de pedir lo que nuestros vecinos y municipios necesitan».
En este sentido, considera prioritario cubrir las infraestructuras hidráulicas necesarias para evitar daños como los de septiembre y de comunicación para vertebrar la comarca, como la línea ferroviaria que una la estación intermodal de Orihuela donde parará el AVE en abril (según está previsto) con la costa de la Vega Baja y la CV-95 y CV-91, vías que conectan por carretera la capital comarcal con el litoral.
«Es el momento de Orihuela y de la Vega Baja y se nos tiene que dar solución a las necesidades que tenemos desde hace tiempo (...) es hora de que las administraciones se vuelquen en darnos las infraestructuras necesarias». Bascuñana insiste en que esas obras necesarias para almacenar agua para usarla en momentos de sequía y poder evacuarla y drenarla cuando haya un exceso sin que se produzcan problemas, «no se pueden ver condicionadas a que tengamos recursos económicos limitados y pido a nuestros dirigentes políticos de la Generalitat, Gobierno de España y Unión Europea que tengan altura de miras y nos den los recursos suficientes para afrontar esas necesidades de infraestructuras».
Y reclama «las mismas soluciones» que se han dado en otras zonas que pone como ejemplo como el desvío del río Turia en València o del Vinalopó en Elche. «Como político y representante de Orihuela, lo que no me conformo es con una medicina que no sea la ideal porque la ideal, que sí tenemos, es cara, y exigimos el mejor medicamento para evitar que en la Vega Baja o nos sequemos o nos ahoguemos por no tener una gestión del agua adecuada», concluye.
