La Conselleria de Educación ha propuesto contratar al equipo de Arquitectura y Urbanismo Estudio Boix como redactor del proyecto de construcción del nuevo Colegio Público Inmaculada de Torrevieja. La empresa debe ahora aceptar el encargo y formalizarlo. Esta firma no es la que construirá el centro. Es la que debe diseñar el proyecto de ejecución definitivo en el que se basará la constructora para levantar el nuevo colegio, aunque sí supervisará técnicamente, además, algunos aspectos de las propias obras.
La comunidad escolar deberá esperar todavía meses -quizá más de un año- a ver obras de demolición y construcción del nuevo edificio porque, tras terminar la redacción del proyecto -que tiene un plazo de ejecución de seis meses aunque podría reducirse-, la Generalitat debe aprobarlo y licitar las obras. Eso pese a que el colegio, el más antiguo de Torrevieja -comenzó su andadura con un aulario en los años 60- está apuntalado en buena parte de sus dependencias desde el curso 2017-2018. Es el edificio más antiguo el que está apuntalado y no se utiliza desde hace tres cursos.
El Consejo Escolar decidió en ese momento, octubre de 2017, pese a las peticiones del Ayuntamiento y la Generalitat, que los alumnos se redistribuyeran en los edificios que quedaron libres de puntales, algo que obligó a tirar de pladur para convertir espacios comunes en aulas. La comunidad escolar adoptó esta decisión, en vez de aceptar que parte del alumnado se fuera a otro centro, para no renunciar a su ubicación actual del colegio, que al contrario de la mayoría de los 13 centros educativos de Torrevieja está emplazado en el casco urbano. Sus alumnos pueden acceder a pie, sin tener que recurrir al transporte escolar.
La empresa realizará el trabajo por 203.000 euros (sin IVA), con una baja en su oferta importante de más de 166.000 sobre el precio propuesto de licitación que era de 369.000 euros (sin IVA). La Generalitat pide al redactor que planifique un nuevo centro con un perfil de dos unidades de Infantil de primer ciclo, seis unidades de Infantil, doce de Primaria, comedor para un máximo de 400 alumnos en dos turnos y un gimnasio. Un colegio de línea 2: dos aulas por curso. Un tipo de centro que es no habitual en las construcciones de la Conselleria de Educación, que suele apostar por centros con más capacidad.El estudio debe contemplar la redacción del proyecto básico y de ejecución, con los trabajos de demolición de los edificios actuales. La empresa se encargará después de la dirección de la obra.
La contratación de este trabajo técnico se ha dilatado durante unos interminables 8 meses desde que se anunciara el 2 de abril de este año: entre constituciones de mesas de contratación -dos con distintos miembros-, informes de valoración de los criterios técnicos y memorias justificativas. En total 14 actos administrativos para adjudicar la redacción de un proyecto. Al concurso se presentaron seis empresas. Una de ellas ha sido excluida por baja temeraria. Propuso hacer el trabajo por 166.000 euros -todavía puede recurrir esa resolución, lo que alargaría, aún más, el procedimiento de adjudicación-.
El CEIP Dama de Guardamar se adelanta al Amanecer
El Colegio Dama de Guardamar tiene más fortuna que la de otros centros que esperan sus instalaciones definitivas. La Generalitat, como avanzó INFORMACIÓN, ya ha aprobado el proyecto de ejecución de este centro que está en barracones desde 2010 y podría licitar la obras el próximo verano. No hay rastro en la gestión de la Conselleria, ni tan si quiera de la tramitación de la adjudicación de proyecto para el Colegio Amanecer, uno de los más antiguos en aulas prefabricadas de la Comunidad: se levantó en barracones en el año 2004. Pese a la ausencia del proyecto de ejecución la Generalitat todavía vende que licitará estas obras en el segundo trimestre de 2020.
