El concurso de paellas, que ya popularmente y todo el mundo conoce como el Día de las Paellas, se ha reivindicado hoy como el acto más multitudinario de todos los que se celebran con motivo de las fiestas patronales de La Inmaculada, La Purísima, en Torrevieja. Y, hoy, ha batido un récord de participación. Más de 400 colectivos se han congregado en el recinto ferial del Parque Antonio Soria para disfrutar de una jornada de convivencia y diversión, donde cada grupo hace su propia paella, que es la excusa para pasar un día de risas, brindis y bailes entre amigos y familiares. En total, más de 6.000 personas se han dado cita en el recinto.

Desde las 8 de la mañana los participantes montaron carpas, desplegaron sillas y mesas y sirvieron los primeros aperitivos. Además de los arroces, cocinados allí mismo en enormes paelleras de gas, no faltaron otros platos típicos torrevejenses y otros de fuera para quienes quisieron algo más que paella o a los que esta comida típica no les agrada mucho y prefieren una ensaladilla o un gazpacho. Y, por supuesto, no ha faltado la bebida en todas y cada una de las carpas -la cerveza sigue siendo la preferida-. Peñas, comparsas y asociaciones coparon el espacio reservado para elaborar las paellas. «Cada año participa más gente, vamos 'in crescendo' todos los años y éste es el que más participación ha tenido», se ha congratulado la edil de Fiestas, Concha Sala, quien ha tenido tiempo también de degustar alguno de esos sabrosos arroces.

Cada año la afluencia crece desde que se cambió la ubicación, hace ya cuatro años, del recinto portuario al recinto ferial y de mercados, con un espacio ocho veces mayor. No obstante, solo unos 80 inscritos han participado en el concurso como tal para llevarse los premios.

Mejor arroz

En esta ocasión, el jurado ha determinado que el mejor arroz fue cocinado por el «Pub Borneo», mientras que el segundo premio ha correspondido a la peña «Arrosame» y el tercero a «Los Tostones». Por su parte, «Usse» ha quedado en cuarto lugar, «Los Charamitasos» en quinta posición y «Los Embarques» en la sexta. El premio especial «Francisco Gómez Gómez» ha sido para «Tiki-Tiki Tapa Caña». Los jueces encargados del veredicto han sido la Reina de la Sal, Raquel Tévar, y las damas María Cases y Cristy Guamán, acompañadas de la edil Concha Sala, de Víctor García, Ismael Navarro y Ceferino Rivera.

En cuanto al mejor diseño en camisetas, que hacen gala de un divertido ingenio local, se ha llevado el primer premio «Proyecto Mastral» que ha recogido María Imbernón, mientras que el mejor lema o frase ingeniosa fue la de la peña «Charamitaso Toys», que ha recogido Laura Ferrer, y la «camiseta más chocante», la de «Los Salerosos».

Pero aquí todos ganan porque se esmeran en preparar las mejores paellas, concursen o no. Los hermanos Jaime y Roberto Pizana lo saben bien. «Es muy difícil ganar porque somos muchos concursantes y el jurado cuando prueba las primeras al llegar a las últimas ya no saben bien qué han probado, pero no es lo más importante ganar», señalan. Este año han presentado una paella de conejo y serranas «la típica de la Vega Baja porque si le metes más ingredientes ya no es lo mismo, es arroz con cosas», comentan entre risas. Para ellos, el truco de una buena paella es «sofreir bien el conejo, ponerle su tomate, tomillo y, a veces, orégano y una vez todo preparado echarle agua y dejarlo 20 minutos de cocción».

David Carbonell, de la comparsa «Ni pa ti, ni pa mi», no concursa «porque se nos enfría la paella entre llevarla al jurado, esperar media hora a que la prueben y traerla después». Aunque no vaya a concursar si paella de arroz y pollo tiene muy buena pinta «porque aunque no somos cocineros profesionales le damos esmero y la hacemos muy rica», indica. Cerca de allí, un numeroso grupo de unas 50 personas esperan a degustar las dos paellas que está haciendo Lola Eugenio, «una con tres conejos, criados en casas de campo, y más de tres kilos de arroz, y otra de costillejas, las dos buenísimas de la muerte», explica, orgullosa. «Dos señoras paellas típicas de la Vega Baja», añade.

Disfraces y música

Entre la multitud, destacan quienes han decidido acudir al recinto con disfraces, incluidos dos jóvenes cada uno vestido de un órgano sexual, masculino y femenino. Beben junto a un grupo de chicos y chicas que tienen sus bebidas en vasos customizados «que hemos comprado en el chino, pero en el del comercio local de Torrevieja», aclaran, «y luego le hemos puesto cada uno nuestro diseño para diferenciarlos».

Y no hay fiesta que destaque sin música. Los asistentes no han perdido la ocasión para marcarse un baile junto a la tradicional charamita, con Lily, el Ogro y el Lobo, acompañados de gigantes y cabezudos que han recorrido el recinto. Mientras, en el escenario instalado para la ocasión hubo zumba, taller de baile y los djs locales, «Underground», «Frank Anthony Dj» y «2 are Legend Dj», han animado a las más de 6.000 personas, que han podido bailar en la pista hasta caer la noche sobre la ciudad de la sal... y de las paellas.

Polémica por los espacios reservados

La polémica no faltó tampoco este año a cuenta de los espacios que cada colectivo tenía reservados, previa inscripción, porque desde primera hora de la mañana hubo algunos que se quedaron sin su sitio, ocupados por otros, y tuvieron que buscarse un lugar alternativo. El concejal de Sueña Torrevieja, Pablo Samper, tuiteó por la mañana en su cuenta en la red social «lamentable organización en uno de los días más importantes de nuestras fiestas. Cientos de personas desubicadas que se han quedado sin sitio después de reservar. ¿Éste es el 'cambio' prometido? Explicaciones ya», acompañado por el hashtag «dimisiones».

La edil de Festividades, Concha Sala, se ha referido a esta polémica, a preguntas de este diario, para señalar que «respeto las críticas, pero es la misma desorganización de siempre». Sala aseguró que iba a comprobar personalmente los posibles fallos de organización que podría haber habido «y si es así se tomarán medidas», indicó. Y quiso responder al edil Samper del que dijo que «me hace mucha gracia que sea Samper quien lo diga, porque ha estado cuatro años en el gobierno y el acto está igual de organizado que entonces, tenemos las mismas medidas».

A principios de noviembre, un grupo de peticionarios mostró su enfado por la escasa difusión de las bases y que una hora después de abrirse el plazo de presentación se hubieran presentado numerosas solicitudes, aunque Sala aclaró que aún quedaban algunas por cubrir.