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Decenas de árboles secos se amontonan en la Sierra de Orihuela y taponan barrancos

Ejemplares talados hace casi tres años y no retirados han sido arrastrados ladera abajo por las fuertes lluvias de septiembre, que también arrancaron pinos

Troncos y árboles secos acumulados en la falda de la Sierra de Orihuela en la pedanía oriolana de La Aparecida, y que taponan un barranco. rubén míguez

Decenas de árboles que fueron talados hace casi tres años, en su inmensa mayoría pinos, se acumulan en la falda de la Sierra de Orihuela tras haber sido arrastrados ladera abajo por las intensas precipitaciones del pasado mes de septiembre, que dejaron en la capital comarcal más de 500 litros por metro cuadrado. Las escorrentías desplazaron esos ejemplares secos, algunos de gran volumen, a los pies de la sierra, además de llevar hasta allí otros ejemplares de pino que la fuerza del agua arrancó de cuajo y que tampoco han sido retirados por la Conselleria de Medio Ambiente. Muchos de esos troncos han acabado taponando barrancos, como sucede en la pedanía oriolana de La Aparecida. El peligro añadido es que, de suceder otro episodio de gota fría, esos árboles podrían ser arrastrados aún más abajo y provocar que el agua quedara taponada en núcleos poblados, provocando su inundación. De hecho, algunos de esos árboles arrastrados ladera abajo han quedado muy cerca de las casas, como sucede en Raiguero de Bonanza.

En los años 2015 y 2016 se llevó a cabo una tala intensiva de pinos que estaban secos tras sufrir el ataque del «tomicus destruens», un pequeño escarabajo que, unido a la intensa sequía y a las elevadas temperaturas experimentadas esos años, acabaron con el 90% de la masa forestal de la Sierra de Orihuela por el severo estrés fisiológico sufrido. La retirada de la biomasa muerta, según señaló en un informe la Conselleria de Medio Ambiente en respuesta a una pregunta del edil de Medio Ambiente de Orihuela en agosto de 2018, estaba previsto iniciarse en octubre de 2018, tras haberse adjudicado en enero de ese año la ejecución de la obra «Actuaciones de restauración de hábitats de interés comunitario: matorrales con Ziziphus y pastizales calcáreos kársticos en el LIC Sierra de Orihuela». Sin embargo, nada se ha hecho de esos trabajos que incluían el control de la erosión mediante la construcción de fajinas y la restauración de la cubierta vegetal.

Inversión no ejecutada

La Conselleria de Medio Ambiente tenía prevista una inversión de 301.000 euros en esos trabajos. El PP ha ido preguntando en Las Cortes por la no ejecución de esas labores de retirada de la biomasa muerta y la última respuesta fue que se iniciarían en octubre de 2018, según denunciaron ayer la diputada autonómica del PP, Elisa Díaz, y el presidente del PP de Orihuela, y edil de Medio Ambiente, Dámaso Aparicio. «Los árboles y arbustos se acumulan porque el Consell no ha realizado los trabajos pendientes y respondieron que lo harían en octubre de 2018 y volvía preguntar el pasado mes de agosto y ni siquiera nos contestan», señaló Díaz quien criticó que en los presupuestos de 2020 de la Generalitat no aparezca «ni un euro para la Sierra de Orihuela, y eso que es un Lugar de Interés Comunitario, que está abandonado desde la llegada del gobierno del Botànic hace cuatro años».

Para la diputada popular el estado de la sierra oriolana, con la acumulación de biomasa muerta y sin reforestar, ha agravado los daños provocados por la DANA ya que, según Díaz, «seguramente, si se hubiera reducido esa biomasa y se hubiera reforestado, ya que los árboles frenan la fuerza del agua, ese daño sería menor y no se ha evitado por la dejadez e ineficacia del gobierno del Consell». «No nos vale que el Consell ponga partidas genéricas para invertir en Orihuela, queremos que diga cuánto va a invertir en la Sierra y cuándo se vana llevar a cabo los trabajos anunciados», concluyó.

Por su parte, el presidente del PP de Orihuela, Dámaso Aparicio, adelantó que ha enviado al Grupo Parlamentario Popular (GPP) en Las Cortes dos enmiendas para incluirlas en los presupuestos autonómicos para 2020: una para la reparación de caminos rurales y sendas dañadas por la DANA, valorada en 700.000 euros, y otra destinada a la erradicación del cactus de Arizona, una especie invasora que vuelve a propagarse «y está muy localizada por lo que pedimos al Consell que destine 200.000 euros para acabar con la plaga».

Una reforestación que no llega

La cara sur de la Sierra de Orihuela sigue sin apenas árboles tres años después de que la masa forestal fuera arrasada por las plagas y la sequía. La plantación de especies arbustivas y subarbustivas para reforestar la sierra oriolana iba a iniciarse en septiembre de este año, según los planes del Consell por medio del contrato adjudicado para la restauración del hábitat y la retirada de biomasa muerta en este LIC. El PP criticó ayer que no se haya hecho nada al respecto y anunció que pedirá una Proposición no de Ley sobre la reforestación de la Sierra de Orihuela «para que todos los grupos políticos se definan», anunció el presidente del PP local, Dámaso Aparicio.

Antes de comenzar esa repoblación estaba prevista la retirada de los árboles muertos y talados, algo que tampoco se ha llevado a cabo. Como sucediera en otros municipios que perdieron sus pinos, este árbol no autóctono no está en los planes de repoblación y será sustituido por matorrales con Ziziphus y pastizales calcáreos kársticos.

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