La Audiencia Provincial ha condenado a un arquitecto técnico municipal, ya jubilado, a dos años de prisión por falsedad documental por no hacer constar en un informe de 2005 las ilegalidades urbanísticas de un edificio en su labor inspectora en el departamento de Disciplina Urbanística, en el Ayuntamiento de Torrevieja, y asegurar que el inmueble se ajustaba a la licencia otorgada.

El promotor del edificio, ubicado en el centro de la ciudad, era Pascual Ortiz Roche, en ese momento concejal de Hacienda y propietario del ático en el que se centran las irregularidades. En el inmueble se levantó un habitáculo de ampliación del ático habitable y no se respetan los retranqueos de las plantas cuarta y quinta.Esta «inspección ocular sesgada», según el fallo, permitió que las denuncias administrativas que derivaron en un expediente de disciplina urbanística no prosperaran y se archivaran por caducidad y «que el expediente siguiera un curso muy diferente al que debiera, como una posible orden de demolición de las obras ilegales», siempre según la sentencia que ha hecho pública Los Verdes. El acusado, dice el fallo, al redactar un informe «manifestando que no existía ninguna irregularidad perjudicó con esa falsedad al interés público y benefició los intereses de un particular». Una falsedad «en su modalidad de engaño en la narración de los hechos». Las ilegalidades urbanísticas «eran y siguen siendo flagrantes», recalca la Audiencia y provocan que los compradores de los pisos no hayan podido obtener la licencia de primera ocupación.

La sentencia valora a la hora de condenar al técnico «la especial gravedad que supone, no ya el hecho de que el acusado ostentase la condición de funcionario público en el ejercicio de sus funciones, sino el tipo de función pública que ejercía al tiempo de cometer el delito»: era uno de los arquitectos técnicos adscritos al departamento de Disciplina Urbanística encargado de realizar los informes sobre la legalidad de las obras ejecutadas en Torrevieja «el garante y protector de la legalidad urbanística».La sentencia de la Audiencia, notificada el lunes a las partes personadas, explica que el 22 de junio de 2005, el ahora condenado - que puede recurrir el fallo- acudió a realizar una inspección ocular. Lo hizo, según el la resolución judicial a la que ha tenido acceso INFORMACIÓN, «de forma sesgada, desde el exterior» con lo que su informe, «no podía responder a la realidad».

Desde la calle

El acusado admitió en el juicio que solamente había observado el edificio «desde la calle», sin entrar en él, «porque no le contestaban al timbre» y «además no lo consideró necesario (entrar)». También alegó que no usó fotografías aéreas para comprobar las ilegalidades porque en ese momento - 2005- «todavía no se hacían». Y mantuvo que su informe era «veraz» y que «pues se limitó a contestar la denuncia formulada en cuanto a la legalidad del habitáculo construido y que las otras irregularidades no fueron denunciadas». Para los magistrados esta última «observación» del acusado no deja de «ser sorprendente, viniendo de un funcionario público cuyo cometido principal en ese momento era informar sobre ilegalidades urbanísticas en Torrevieja», más en un caso «donde la polémica sobre las irregularidades del edificio era pública y notoria».

Trece años de litigio y la «falta de sinceridad» de los testigos

La sentencia llega 13 años después de la primera denuncia penal, presentada por José Manuel Dolón, en noviembre de 2006, como concejal de la oposición. El juicio tuvo lugar el pasado julio. Los testimonios en la vista oral de Pascual Ortiz Roche y de su hijo, según la sentencia, «no aportaron nada relevante a los hechos juzgados» al margen de negar ambos que el propietario original del terreno donde se construyó el edificio con ilegalidades y quien solicitó la licencia fuese Pascual Ortiz Roche. «Lo tuvieron que reconocer finalmente al enseñarles el letrado de la acusación el documento que lo acreditaba». Para los jueces, «la falta de sinceridad sobre esta cuestión» hizo que ya «pusieran en duda la credibilidad del resto de su testimonio» en el juicio.