Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha lamentado que «nadie hable de restauración hidrológico-forestal en la cuenca del Segura» a la hora de valorar las soluciones técnicas para intentar paliar el impacto devastador de las avenidas del río Segura tras la gota fría de septiembre.

Valoraciones y análisis que se han desatado en los últimas semanas con las aportaciones de alcaldes, agricultores y la Confederación Hidrográfica del Segura -que ha encargado un estudio a la Universitat Politècnica de València y va a invertir de forma urgente 17,2 millones en las reparaciones más urgentes-.

Miguel Ángel Pavón explica que esa restauración hidrológico forestal es «una infraestructura verde en la que no se apuesta nunca de verdad, tampoco en la cuenca del Segura» pese a que las previsiones del Plan de Acción Territorial contra el riesgo de Inundación (Patricova) de la Generalitat, aprobado en 2003 y revisado en 2015 contempla ese tipo de actuación.

El colectivo conservacionista cuestiona que «nadie habla de descementar azarbes y ampliar su anchura tras estrecharse y artificializarse en las últimas décadas» -algo que el alcalde de Dolores, Joaquín Hernández, reconoció en este diario que ha amplificado los daños de la gota fría en su término municipal-.

«Creemos que los bypass de Orihuela y Rojales son necesarios, y quizá un aumento de la anchura del actual cauce, pero un nuevo cauce paralelo nos parece algo excesivo. Ampliar el cauce actual y construir esos bypass siempre tendrán menos impacto territorial que un nuevo cauce paralelo», señala AHSA, en referencia a la propuesta de un grupo de alcaldes. «Sería adecuado disponer algunas zonas de laminación de avenidas junto al cauce ampliado. Y un plan para eliminar construcciones e instalaciones en zonas de alto riesgo.

Ese segundo encauzamiento puede convertirse en una excusa perfecta para que las administraciones eviten actuar en la recuperación de azarbes, en la eliminación de construcciones e instalaciones en zonas de alto riesgo, en la restauración hidrológico forestal y adoptar medidas de adaptación al riesgo de inundación desde la sostenibilidad y la transición ecológica.