«Ha sido un golpe fuerte, encima que veníamos de una campaña que no ha sido buena, ahora nos ha venido esto», lamenta Manuel Marhuenda, responsable de Calidad de Cítricos Cox, una empresa familiar con cerca de 200 hectáreas de cultivos en la Vega Baja. «Habremos perdido entre el 35 y el 40%», explica mientras espera a los peritos de Agroseguro, la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados, encargada de evaluar los daños en los campos para el pago de las indemnizaciones. Como él, cientos de agricultores lamentan los daños producidos por la gota fría y las inundaciones. El sector agrícola estima unas pérdidas de cerca de 1.200 millones de euros en la Vega Baja, donde se produce la mayoría de cultivos de cítricos y hortalizas de la provincia, según los datos aportados por el sindicato agrario Asaja, y que comparte la Cámara de Comercio de Orihuela.
El devastador temporal se ha llevado por delante casi el 90% de la producción de hortalizas de invierno (calabazas, boniatos, brócoli, alcachofas y patatas) con unas 5.000 hectáreas arrasadas de las 6.000 plantadas en la Vega Baja. En estos productos las pérdidas se estiman en 400 millones de euros, aunque algunas de las hectáreas que se han salvado podrían acabar arrancadas. «Hay fincas en las que está afectada la mitad de la cosecha y la otra mitad no, pero mantener eso para un agricultor es inviable y lo suyo es que termine arrancando todo y plantando otro cultivo, porque económicamente le supondría el doble de gasto, y tendría una difícil salida ese producto, de hecho muchas pólizas de seguro contemplan esta posibilidad», explica Antonio Gascón, responsable de seguros de Asaja Alicante, mientras acompaña a los peritos de Agroseguro y a Manuel a evaluar los daños en sus campos.
Peritación
Los cítricos (limones, naranjas y mandarinas) son otro de los principales cultivos de la comarca y su situación, siendo mejor que la de las hortalizas, no es nada buena. Los técnicos llevan solo unos pocos días peritando los árboles porque el agua que anegaba los campos hacía imposible la peritación. Las consecuencias de que los campos de cítricos hayan estado más de una semana inundados son devastadoras. En una primera peritación, los técnicos estiman ya en un 30% la pérdida de la producción de cítricos en la Vega Baja pero se espera que el porcentaje aumente un 20% más por los hongos y enfermedades, además de que muchos frutos, aunque se vean bien por fuera, están podridos por dentro. En torno a 350.000 toneladas de naranjas, limones y mandarinas no irán a los mercados, lo que supone unas pérdidas de 350 millones de euros. «Tenemos muchas restricciones de Europa y ahora tendremos que fumigar, meter una materia más, para que lo que se ha salvado no se pudra y ya veremos si no nos ponen problemas», señala Manuel Marhuenda en uno de sus campos donde los peritos de Agroseguro, tras realizar el conteo de la fruta en el suelo y la que está con daños en el árbol, evalúa sus pérdidas en un 35%.
A estas pérdidas de cosechas, que suponen unos 700 millones de euros que afectan al Producto Interior Bruto (PIB), hay que sumarle las de las infraestructuras «que no van a bajar de los 500 millones de euros, porque hay balsas, invernaderos, motores y maquinaria costosa, todo destrozado», señala el responsable de Asaja en Orihuela, José Vicente Andreu. Además, están las pérdidas indirectas, como la del transporte de los productos hasta sus mercados de venta tanto nacionales como europeos, lo que se estima en 60 millones de euros.
«Todo esto va a afectar al PIB de la Vega Baja en un 30% de caída», explica Andreu. El aumento de los costes de producción, por los tratamientos que se han de realizar ahora, supone, además, un problema de competencia con la entrada de productos de terceros países, como Sudáfrica, con los que los productores de la Vega Baja no pueden competir por precio, aunque sí por calidad.
