El alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, notificó a los grupos municipales la convocatoria del pleno ayer sobre las 14.15 horas, sin tiempo durante la mañana para realizar más gestiones y al filo de las 48 horas hábiles para que los grupos cuenten con la información que precisan para la sesión ordinaria que se celebrará el jueves a las cinco de la tarde.

Los secretarios de grupo no lo tienen fácil para llevar a cabo ese cometido. Como ocurre en otros muchos ámbitos del funcionamiento de la administración local de Torrevieja el traslado de esa documentación es de lo más doméstico y analógico. Los expedientes no están digitalizados. Todo se debe realizar a golpe de fotocopiadora. Cientos, sino miles de folios. Y en el área de secretaria municipal, que es la que facilita las impresoras, saturada de faena, no están por la labor de ceder las dos máquinas disponibles.

Hoy Los Verdes ha rogado que se permita el uso de las dos fotocopiadoras al mismo tiempo.. En este caso para escanear la documentación sin hacer gasto de papel. Y ha recibido una contundente negativa -verbal-. La formación de izquierdas va a registrar una queja formal por este rechazo. "Quieren que nos coordinemos con el resto de secretarios, es decir, que una copia se facilite a los demás, pero eso no funciona así. Los partidos tienen derecho a acceder a la información como lo consideren". Los Verdes recuerda que esta labor solo se realiza dos días al mes y que no supone un retraso para la tarea de secretaria que dispone de todos los recursos el resto de jornadas.

Además de la documentación sobre los puntos a debatir, que no es excesivamente densa en un municipio en el que el pleno tiene competencias muy limitadas, los partidos se centran en especial en la dación de cuenta de los decretos del alcalde y las áreas de Urbanismo y Hacienda, entre otras. Puntos instaurados en el pleno por presión del PSOE en el mandato 2011-2015. También en las copias oficiales de la actas de junta de gobierno. Tanto los decretos como esas actas son el mejor reflejo de las decisiones reales que se adoptan en un municipio. De mucho más calado que el propio pleno.