La Confederación Hidrográfica de Segura (CHS) desoyó la petición de los regantes de la huerta tradicional de la Vega Baja de revisar las motas del río Segura el pasado 11 de septiembre, dos días antes de que parte de esas protecciones cedieran ante la avenida provocada por la gota fría. Tampoco atendió el organismo de Cuenca, según ha podido confirmar este diario, la solicitud expresa realizada por el Juzgado de Aguas de Orihuela, que representa a miles de agricultores de la comarca, de impedir el paso de caudal por el Segura en su tramo entre Murcia y Orihuela con el objetivo de contara con mayor capacidad en el momento en el que llegara la riada.

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A la reunión de coordinación especial frente al riesgo de gota fría (CECOPAL) celebrada el pasado día 11 en el Ayuntamiento de Orihuela fue invitado el comisario de Aguas de la Confederación, Adolfo Mérida. No acudió. La principal administración gestora del río estuvo presente solo con dos funcionarios agentes medioambientales que dijeron que solo tenían competencias para "transmitir " la información y no para ordenar, por ejemplo, la realización de la revisión de las motas de río. Motas que la CHS mantenía sin reparar desde el anterior episodio de gota fría de finales de 2016.

La CHS argumentó a la hora de negar la petición de cerrar el caudal del río que si finalmente no llovía pasaría tiempo hasta que pudiera recuperar su caudal anterior. En ese momento la CHS estaba desembalsando 7 metros por segundo desde el Tálave, 14 del embalse del Cenajo y 4,5 del pantano de Camarillas-: el río terminó por asumir doscientos metros por segundo entre el límite de Murcia y Orihuela y desbordarse a su salida del casco urbano de Orihuela. Eso metros cúbicos de margen de capacidad que no se retiraron del río podrían haber evitado alguno de los desbordamientos que se produjeron aguas abajo de Orihuela, según los agricultores. El comisario de Aguas estuvo informado de este ruego desde el 11 de septiembre. La respuesta oficiosa de la Confederación fue: "El comisario de Aguas -segundo en el organigrama de dirección de la CHS- está informado y (dice) que si cortan el agua y no llueve dejan el río seco y para recuperar el cauce cuesta bastante" y que "estaban atentos al tiempo para cortar", el caudal.

La gestión de la CHS en la Vega Baja indigna a los agricultores tradicionales de la comarca desde hace años, al margen de qué partido político esté al mando de su dirección. Los regantes acusan a la entidad de Cuenca de estar muy tanto de lo que ocurre en la Vega Media, con Murcia capital y abandonar al Bajo Segura. La indignación va en aumento al desvelarse que la CHS ha presentado en el orden del día de la Junta de Explotación de la Confederación un gasto del área de presidencia y secretaría general de 6,3 millones de euros para 2020, que se cargan al canon de regulación que pagan todos los agricultores, cuando para la misma anualidad no figura ni un euro en "prevención de riadas".