La mayor parte del agua de las lluvias torrenciales de esta histórica gota fría de septiembre de 2019 se ha perdido en el mar o en los bancales de la huerta.

La Confederación Hidrográfica del Segura intentó aprovechar los caudales -y al mismo tiempo retirar agua del Segura- derivando los caudales de avenida por el río en la Vega Media a través de las infraestructuras del trasvase en Ojós hacia al embalse de la Pedrera. Pero el acueducto sufrió varias averías y apenas el agua embalsada en el mayor reservorio hídrico de la provincia ha aumentado de nivel.

En otros episodios de lluvias torrenciales la CHS sí ha podido almacenar varios hectómetros de agua de lluvia en Alicante. En esta ocasión el canal del postrasvase sufrió un socavón -lo que además propició que el embalse antiavenidas de Santomera se colmatara mucho antes y tuviera que desembalsar incrementando peligrosamente el caudal del río a su paso por la comarca-. Además, también fallaron los colectores del sifón -"los tubos del trasvase"-entre de la sierra de Orihuela y Hurchillo.

Los embalses de cabecera han recibido aportaciones -el río Mundo experimentó uno de sus espectaculares reventones- pero en una cantidad marginal con respecto a los registros de lluvia documentados en la comarca donde hay zonas que han acumulado hasta cuatrocientos litros po metro cuadradop. Los 18 hectómetros que ha almacenado el embalse de Santomera no sirven para el riego agrícola. El agua que acumula procede de la tremenda escorrentía generada por el episodio de lluvias a través de la rambla de Abanilla y la rambla Salada.

La cuenca del Segura ha almacenado en este episodio unos 50 hectómetros pero sus embalses están todavía al 26%. Rozando los 300 hectómetros cúbicos Un 3% más que en la misma fecha del año pasado aunque en los próximos días esta cifra podría sumar algunos más.