Orihuela se está preparando para que el río Segura salte en el corazón de la ciudad después de acercarse peligrosamente a los seis metros de altura. Las máquinas están trabajando para retirar todas las baldomeras del cauce, arrastradas río arriba y que han terminado por bloquear los ojos de los puentes que cruzan el municipio.

Las máquinas apenas pueden trabajar entre calles estrechas y anegadas y la Policía Local va a intentar retirar vehículos porque nadie sabe qué nivel va a alcanzar. En barrios pegados a la sierra la tristeza se extiende por momentos. "La gente está perdiendo sus casas, todo está inundado, el agua no deja de caer por la ladera con piedras,....", cuentan vecinos del Rabaloche, uno de los más tradicionales y humildes.

Durante algunos minutos, el sol ha vuelto a iluminar Orihuela aunque el cielo sigue oscuro y lo peor es lo que viene a través del río, el agua acumulada desde Murcia.