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Sarrías Infantes: «No hace falta ser el mejor, sino ser feliz con lo que haces»

Deportista de ciclismo adaptado

Carlos Sarrías, en una contrarreloj en la Copa de Europa. Información

Tres razones principales mueven a Carlos Sarrías a practicar ciclismo: su pasión por el deporte, la alegría que le provoca la superación personal y dar visibilidad a las personas con diversidad funcional Carlos nació hace 45 años con una parálisis cerebral con un 65% de discapacidad física. Pero esto no ha sido un impedimento para sus propósitos y sus metas. Precisamente, una meta, en su otra acepción, va a cruzar hoy, en la quinta prueba de la Copa de España de Ciclismo Adaptado que acoge la ciudad de Orihuela.

Carlos, vecino de la pedanía oriolana de La Aparecida, está cumpliendo los sueños que tenía cuando era pequeño, que pasaban por cómo podía ser ciclista. «Verme en una carrera es un sueño logrado por eso las disfruto tanto» comenta. Tiene una máxima que le acompaña para seguir dando paso tras paso: «no hace falta ser el mejor para ser feliz, sino disfrutar con lo que haces». Marcarse un reto y conseguirlo le llena de satisfacción. Pero no solo cuenta con logros emocionales y de superación. Su persistencia le ha llevado a otro tipo de triunfos, los deportivos. Con solo tres años practicando el ciclismo adaptado, consiguió el pasado año el primer puesto en la Copa de España, en la categoría MC1 y este año quedó en tercera posición del Campeonato de España. Sus entrenamientos no distan del de los demás ciclistas y sale a pedalear entre tres y cinco días por semana.

Inicios

Como todo reto, los inicios siempre son difíciles y plagados de dudas. La decisión de comprarse una bicicleta estaba cargada de dudas, alimentadas por el miedo a «no saber si iba a poder manejar este tipo de bicicleta porque es un hándicap para mí cosas tan sencillas para otra personas como calar el pie en los pedales o cambiar los piñones», pero las disipó con el apoyo y ánimo de su pareja. La bicicleta que usa es como otra cualquiera, con la única adaptación de colocar en el manillar el bidón, y unas zapatillas adaptadas y plantillas especiales. Al principio fue para él bastante complicado pero poco a poco se fue adaptando a la bicicleta y logrando esos sueños que tenía y «cuando consigues uno, ves que puedes conseguir otro más grande y así es como me motivé».

Uno de sus deseos es que todo el mundo con alguna discapacidad practicara algún tipo de deporte, «porque el deporte ayuda en el día a día, te mejora tu autoestima y hace que te superes a ti mismo».

Nuevos retos

Su carácter de superación continúa y en esta ocasión a través de otro de los deportes que le apasiona, el senderismo. Ahora está preparando un nuevo reto, evento que le tiene muy motivado, «del Cielo al mar». Junto a cinco personas más con diversidad funcional ascenderá el próximo 10 de octubre al pico más alto de España, el Teide, y bajarán los 3.718 metros desde la cumbre hasta el nivel del mar en 30 horas. En el reto contarán con el apoyo de un grupo de personas.

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