Los cubos de diferentes tamaños y colores han sustituido a las piezas de orfebrería, bordados, mantos, coronas y báculos que se exponían en la sala de patrimonio cofrade del Museo de la Semana Santa José Noguera Valverde de Callosa de Segura. Son los que recogen el agua que cae de la cubierta cada vez que llueve debido a la mala impermeabilización del edificio, que se construyó hace apenas una década. La sala permanece cerrada y sus vitrinas vacías. Solo una enorme cruz al fondo del pasillo recuerda el rico patrimonio cofrade que albergó en su día y que ahora custodian cada una de las cofradías a la espera de que pueda regresar al museo. El edil de Patrimonio y Turismo, Vicente Mora, explica que «cuando llueve, es como si lo hiciera dentro del edificio porque la cubierta está en muy mal estado ya que la solución técnica que se le dio al construirla, con espuma de poliuretano, no es la adecuada».

El edificio ha sufrido un deterioro importante en los últimos años debido a la falta de mantenimiento al que ha sido sometido. Las manchas de humedad y los desconchones de techos y paredes restan protagonismo a las figuras que aún se mantienen en el museo y el falso techo de la primera planta que albergaba el patrimonio cofrade tuvo que ser desmontado debido a las goteras. La falta de limpieza ha sido también una constante e, incluso, el inmueble permanecía hasta hace unos días sin aire acondicionado porque no se reparó cuando se estropeó. El nuevo equipo de gobierno de PP Y Cs ha llevado a cabo una limpieza integral en el edificio y también ha acometido la reparación del aire ya que la falta de acondicionamiento térmico estaba poniendo en riesgo las obras que están expuestas actualmente en el museo.

Queda lo más importante, la rehabilitación de la cubierta para evitar las goteras que viene padeciendo desde hace cinco años. El anterior gobierno callosino (PSOE, EU y Somos Callosa) encargó hace un año un análisis técnico sobre el estado del museo que concluyó que tenía importantes daños estructurales y cifró su reparación en 152.385 euros. No obstante, no se acometió su rehabilitación. Algo que el actual gobierno sí pretende hacer y para ello ha solicitado una subvención de 133.000 euros a la Diputación a través de la convocatoria para inversiones financieramente sostenibles que acabará con los daños de la cubierta. «Esta actuación, que se iniciará este mismo año, conseguirá cumplir las reivindicaciones de la Semana Santa local que venía denunciando dejadez y abandono en el mantenimiento del edificio», señaló el edil de Patrimonio.

Desvelo

Una de las personas que con más ahínco ha insistido en la rehabilitación del Museo de la Semana Santa es el artista local Bartolomé Roca. Este profesor y pintor de Bellas Artes mantiene allí la exposición «Sentimiento, Arte y La Pasión», con todas las escenas de la Pasión de Cristo en miniatura, que amplió con pinturas y montajes conceptuales. Una obra fantástica que en los últimos años lamenta que no se haya cuidado como debiera. Ayer, emocionado y con lágrimas en los ojos, relató el desvelo de estos años al ver las condiciones en las que se mantenía el museo. «Llegó un momento que yo era el conserje, fregaba y limpiaba el polvo», dijo, y criticó que el anterior alcalde Fran Maciá incumpliera el convenio que firmó con él. «Mantener la limpieza, la temperatura y la promoción eran los puntos del acuerdo que fueron incumplidos», lo que, denunció, puso en riesgo su exposición. Convenio que va a renovar ahora con el actual regidor, Manuel Sirvent, quien ayer se comprometió a la apertura periódica del museo de la que carecía en los últimos cuatro años. «Hay un gran trabajo de casi 40 años en el que he gastado 40.000 euros y no se ha valorado», criticó el artista, que ha sido nombrado Caballero de San Antón este año.

Roca reconoció que estuvo tentado de llevarse su obra a otros municipios «porque pretendientes no me han faltado», pero que su cariño a Callosa hizo que tuviera la paciencia de esperar cambios en el museo por parte de los políticos locales. Su obra, finalmente, se quedará en el museo callosino donde permanece desde el año 2007, cuando se inauguró el edificio. El actual gobierno local ha reconducido la relación con el artista local y las negociaciones para la renovación del convenio con el que Roca se compromete a legar con carácter indefinido la obra expuesta a cambio de que el Ayuntamiento haga un mantenimiento periódico del edificio y pueda poner a un familiar como custodio de su legado «para cuando yo falte».

El regidor callosino, por su parte, anuncia que va a trabajar para que el Ministerio de Cultura lleve a cabo la declaración como museo al espacio de Semana Santa, algo que actualmente no sucede, así como al Museo Arqueológico y al del Cáñamo (que sí están reconocidos como colecciones museográficas) y la Casa del Belenista. «Tras Orihuela, es la ciudad con más patrimonio de la Vega Baja y queremos valorar, fomentar y hacer todo lo posible para que sea reconocido el potencial del municipio», dijo Manuel Sirvent.