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Los doce kilómetros de autopista más caros están en la Vega Baja

Los conductores abonan un total de 7,9 euros por el único tramo de peaje de la AP-7 Alicante Cartagena y que está en la comarca

Tramo de peaje de la autopista Alicante-Cartagena en las proximidades de Los Montesinos. Tony Sevilla

La autopista AP-7 que une Cartagena con Crevillent cumplió en junio dos décadas de funcionamiento. Inaugurada en junio de 1999, solo 12 de sus 76 kilómetros son de peaje. En principio la idea desde el punto de vista de la rentabilidad de la concesión de Autopista del Sureste (Ausur), a la que le quedan 30 años de explotación, parecía buena: ubicar los dos únicas barreras de pago entre La Zenia y Los Montesinos. Es la zona de mayor necesidad de conexión en temporada alta coincidiendo con los periodos vacacionales, la comprendida entre el mar de urbanizaciones de Orihuela Costa, el principal centro comercial de la provincia y Torrevieja. Los conductores, tanto si llegaban desde Cartagena o lo hacían desde Alicante por la A-7 o Madrid, tendrían que pasar necesariamente por caja y de esa forma amortizar los más de 260 millones de euros de inversión en su construcción. El concepto era que se pagaba por lo recorrido antes del peaje y lo que utilizarían después. Pero algo falló en estas estimaciones y los conductores realizan la mayor parte de los recorrido como si tratara de una autovía, solo uno de los 23 enlaces, el de La Zenia, tiene peaje troncal, eludiendo las barreras de pago, tan antipáticas como las de cualquier autopista aunque solo cubren 12 kilómetros de recorrido. Pero al final, la percepción de los usuarios es que pagan el doble por un tramo de doce kilómetros 7,9 euros -dos «barreras» de 3,95 euros en temporada alta- y no que en realidad el abono es por todo el trayecto. La mayor parte de los conductores, sobre todo quienes realizan trayectos cortos y diarios, lo evitan directamente por la N-332 en Campoamor o el enlace Torrevieja Norte a la CV-905.

Por los más de 158 kilómetros entre San Juan (Alicante) y Silla (València), por poner un ejemplo -aunque son modelos de gestión distintos-, se abonan en la A-7 alrededor de 17 euros. Y por un trayecto similar de doce kilómetros, los que separan La Vila Joiosa y Benidorm, 1,5 euros, cuatro veces menos que en la Autopista del Sureste. La concesión de esta autopista que une Alicante y València culmina el 31 de diciembre de este año.

Las últimas estadísticas del Ministerio de Fomento indican que los tramos libres de peaje -Cartagena-Campoamor y Los Montesinos-Crevillent, sí cumplen su función sobradamente con un tráfico diario de media de 21.000 vehículos. Pero entre los doce kilómetros de Campoamor-La Zenia y Los Montesinos la sangría de usuarios es considerable. Los mejores registros en los últimos veinte años de ese tramo de peaje apenas han superado los 7.000 vehículos diarios de paso. Aún así la concesionaria ha marcado ejercicios con beneficios y el Estado la consideró rentable evitando su rescate como sí hizo con la circunvalación de Alicante o la autopista Cartagena-Vera.

El periodo de concesión por 50 años se inició en diciembre de 1998. En 2007, cuando la Generalitat proyectó, licitó y adjudicó en 2007 las obras de la autopista de la CV-95 para unir Torrevieja y Orihuela Costa con Orihuela ciudad, se reclamó que Ausur facilitara el trazado aportando su propio tramo de infraestructura. Algo que rechazó. La autovía no se construyó por ausencia de evaluación de impacto ambiental y la bancarrota del Consell durante la crisis. La carretera N-332 discurre en paralelo a la concesión de Ausur a lo largo de casi 30 kilómetros, entre Torrevieja y Pilar de la Horadada y la empresa también reclamó 315 millones euros de indemnización al Ministerio de Fomento por daños y perjuicios cuando se duplicaron los tramos de la N-332 entre Pilar y Torrevieja y Guardamar. Todavía así la 332 sigue igualmente colapsada en su tramo central de la variante de Torrevieja, y la concesionaria, que consideraba que mejorar la principal vía de comunicación de la comarca en la costa para todos los usuarios y gratis era una modificación sustancial de las condiciones de su concesión. El Tribunal Supremo rechazó esa pretensión el pasado mes de junio.

Desvío de pago por lluvias

En un intento de aliviar la saturación estacional de las arterias que conectan el maremágnum residencial y de servicios del litoral de la comarca, los alcaldes de Torrevieja y Orihuela plantearon hace escasas semanas la posibilidad de negociar un peaje blando telemático para el uso de la autopista, algo que descargaría a la CV-95,en especial desde su enlace norte de Torrevieja con la autopista.

Pero hasta ahora se trata más de una mera declaración de intenciones que de algo que las administraciones de ambos municipios puedan hacer factible. Durante estos últimos veinte años la vinculación de la concesión con sus usuarios preferentes, los vecinos de la Vega Baja, ha sido mínima. Casi nula. Hay tarifas reducidas para los habituales. Pero tampoco es estímulo para captar usuarios. Un ejemplo: durante los episodios de lluvias torrenciales que han cerrado carreteras comarcales del entorno de Los Montesinos, obligando a la Guardia Civil a derivar el tráfico a la autopista, la empresa ha cobrado religiosamente el peaje a todo el que se viera obligado a utilizar ese vial.

Como avanzó INFORMACIÓN, el aumento del tráfico rodado y la subida de tarifas aprobada por el Gobierno permitieron a la concesionaria de la autopista elevar casi un 6% su facturación el año pasado, hasta sumar unos ingresos de 13,28 millones de euros.

Ausur logró hasta 12,89 millones con los peajes -unos 718.000 más que en el ejercicio anterior- y otros 391.425 euros -prácticamente la misma cifra que en 2017- por otros conceptos, entre los que destaca el arriendo de estaciones de servicio de la vía, según recogen las cuentas que la concesionaria, formada por la madrileña Pralesa (Ploder) y el murciano Grupo Fuertes (El Pozo).

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