Callosa de Segura despidió sus fiestas patronales y de Moros y Cristianos en la noche de ayer con la solemne procesión en honor a San Roque, en la que centenares de vecinos, pequeños y mayores, participaron en el acto, siguiendo con la tradición, y acompañando al peregrino en su día grande.

La Iglesia Arciprestal de San Martín Obispo fue un año más el espacio congregador, donde se ofició una solemne misa que dio paso al inicio de la honorable procesión con la imagen del patrón. Desde la céntrica Plaza de España partió a hombros por costaleros la talla del querido y venerado santo por los callosinos y los habitantes de poblaciones vecinas de la comarca de la Vega Baja, quienes arroparon a San Roque con su presencia y portando sus velas encendidas a lo largo del solemne recorrido.

Con las calles vestidas de gala, todo un pueblo devoto de su patrón caminó junto a él hasta alcanzar el santuario, situado en lo alto del municipio, en plena sierra, donde una gran multitud se reunió para despedir la celebración y pedir su bendición. En el acto también participaron los cargos festeros de Moros y Cristianos, miembros de la corporación municipal, además de personas ataviadas con trajes de peregrinos en honor a San Roque, cuya imagen llegó a la localidad hace ochenta años, haciendo una entrada triunfal recordada por los antiguos.

Una festividad muy arraigada a este pueblo que recibió la pasada jornada de ayer muy temprano, viviendo una madrugada despierta en la que la ermita ocupa el centro de las visitas y acoge misas ininterrumpidas.