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Las excavaciones en el castillo de Guardamar dejan al descubierto la muralla original del siglo XIII

Los trabajos permiten localizar también la entrada a la ciudad amurallada y la torre de una iglesia renacentista - Los restos están en un excelente estado y los hallazgos obligan al Ayuntamiento a un replanteo de las obras

Las excavaciones en el castillo de Guardamar dejan al descubierto la muralla original del siglo XIII

La antigua villa de Guardamar fundada en el siglo XIII a instancias del Alfonso X el Sabio con su conjunto amurallado y que se creía completamente destruida tras el terremoto de 1829 está bajo los pies del castillo. Al menos, sus murallas. Las obras de restauración y puesta en valor del castillo de Guardamar, con una inversión de 1,2 millones de euros financiados con fondos aportados por el Ayuntamiento de Guardamar del Segura y el programa Feder de la Unión Europea a través de la Generalitat Valenciana, han dejado al descubierto la muralla original del siglo XIII, cuyos restos se encuentran en un excelente estado, según fuentes municipales. El hallazgo es uno de los más importantes que se han producido en la localidad puesto que se va a poder definir cómo era la Guardamar de la época más allá de las teorías y, además, se ha descubierto una parte del trazado de la muralla de la que no se tenía conocimiento.

Apenas se tienen datos sobre las murallas originales. Los restos hallados, datados entre los siglos XIII y XIV, serán concienzudamente estudiados una vez queden al descubierto todos ellos. La muralla medieval cristiana mide 2,30 metros de ancho y 1,5 metros de altura. Junto a estos restos, la empresa encargada de realizar los trabajos de rehabilitación del castillo y las excavaciones han hallado la parte inferior de la torre campanario de una antigua iglesia renacentista y lo que fue la entrada a la ciudad amurallada. Estos descubrimientos se unen a la aparición de cerámica romana, ibérica, fenicia, griega, islámica y bajomedieval, revuelta y muchas veces reutilizada en mejoras de la muralla posterior, desde que comenzaron los trabajos el pasado 7 de mayo.

Para la edil de Patrimonio Histórico de Guardamar, Pilar Gay, «se trata de unos descubrimientos muy importantes que han sacado a la luz restos desconocidos o de los cuales había poco datos que ponen de manifiesto la importancia de este enclave a lo largo de la historia». En este sentido, el responsable del museo arqueológico Francisco Javier Parres indica que estos descubrimientos confirman que el cerro del castillo fue un lugar estratégico desde la época antigua y hasta el terremoto de 1829, que la destruyó por completo. Desde los siglos VII y VIII antes de Cristo hasta el XIX.

Acuerdo

El hallazgo de los restos de la muralla original ha obligado al Ayuntamiento de Guardamar a firmar un acuerdo de replanteo de las obras con la empresa encargada de los trabajos de investigación, restauración y puesta en valor de la ciudad amurallada y el castillo. En concreto, de la rehabilitación de la muralla poniente. «Una cosa es la base teórica del proyecto y otra los resultados que se van obteniendo conforme avanza la investigación, y más aún teniendo en cuenta que estamos hablando de un espacio arqueológico; de ahí el replanteo de la actuación», señaló Pilar Gay.

Los trabajos de investigación que se están llevado a cabo en la muralla oeste-norte del conjunto histórico determinan que se trata de una estructura defensiva similar al sistema de cremallera. Inicia su recorrido desde la zona más alta (al sur) conocida como cuartel de caballería y continúa hacia el norte adaptándose a las estribaciones del terreno hasta una tenaza defensiva ubicada en el ángulo noroeste del conjunto. Los trabajos pretenden recuperar el espacio histórico haciéndolo legible y visitable y asegurar la conservación de los restos arqueológicos, los cuáles van más allá de la historia medieval del castillo ya que permiten el conocimiento de la ocupación humana del lugar de manera ininterrumpida.

La realización de los trabajos de excavación permitirá descubrir y caracterizar el trazado de la muralla y la construcción renacentista que forman el cierre de la fortificación por el flanco oeste. Está previsto que los trabajos finalicen en octubre, momento en el cual el recinto fortificado podrá ser de nuevo visitado. Contará con una zona de servicios y un centro de interpretación que estará dotado de recursos expositivos como paneles o audiovisuales, que serán diseñados en función del resultado de las excavaciones y de la documentación histórica.

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