La Junta Central de Moros y Cristianos de Almoradí disponía en un primer momento de 70 festeros inscritos para adquirir la pólvora y por tanto participar en los actos en los que se hace uso de los arcabuces. Dos factores han influido para que esa lista se reduzca casi a la mitad y finalmente solo sean 38 los que hoy recojan la pólvora.

El primero de los factores es el incremento del precio de la pólvora. El kilo del explosivo para este año asciende a 54 euros, con los pistones incluidos, trece euros más respecto al año pasado. A esto hay que sumarle, en caso de no disponer en propiedad, el alquiler del trabuco, 26 euros, y la cantimplora, 9 euros. Esto hace un total de 89 euros.

El segundo factor determinante tiene que ver con la nueva normativa, la tan citada entre los festeros, la ITC 26 -Instrucción Técnica Complementaria-. Entre las novedades que trae, incluye que el tiempo transcurrido entre el reparto de la pólvora y el consumo final tiene que darse en 72 horas. Es por esto que se ven obligados a suspender dos actos con el uso del explosivo: la «despertá» del domingo y la Embajada del bando Cristiano y la toma del castillo. En el primero de los casos está cancelado al completo, y en el segundo, el acto que escenifica la reconquista de los cristianos, la empresa encargada del espectáculo ampliará la representación.

Ante esta situación, los festeros solo participarán en la Embajada del bando Moro y toma del castillo programada para el jueves y las correspondientes «despertás» del viernes y el sábado.

Almoradí se suma a los municipios de la Vega Baja que han visto alterada su programación en materia de actos con la participación de arcabuces. La diferencia con el resto es que no ha influido la calidad y tipo de la pólvora como en Albatera y Orihuela que se vieron obligados a suspender todos sus actos. En el caso de Almoradí solo se han suspendido parcialmente y por otro factor: las 72 horas desde que se reparte hasta que se consume.