Los alcaldes deciden cuántos y cuánto cobran los concejales de la oposición. Dentro de un marco legal, con escasas limitaciones, más allá de un difuso criterio de proporcionalidad, que normalmente no se suele respetar del todo. Funciona así y los presidentes de Corporación se emplean a fondo para sacar provecho y laminar, hasta donde pueden, la acción del enemigo político. Lo que no es habitual es que los alcaldes le pongan nombre y apellido a quienes deben recibir esos sueldos, algo que es competencia de los propios grupos. Pero Eduardo Dolón (PP) lo ha hecho. Ha dejado sin sueldo de dedicación parcial a la edil Fanny Serrano, exdiputada provincial y exteniente alcalde de Torrevieja en el anterior mandato y ha propuesto que la reciba su compañero de formación Andrés Antón -que junto al portavoz Navarro mantiene serias diferencias con el resto del grupo municipal y la ejecutiva local-. Dolón intenta rentabilizar al máximo la evidente división interna en el grupo municipal socialista -que el PSOE, en una posición especialmente vulnerable, intenta disimular como puede en las últimas semanas-.
Ayer el alcalde firmó los decretos que permitirán a los ediles de la Corporación ser retribuidos por sus funciones en el Ayuntamiento y que ya se plantearon en el pleno de organización. Nueve concejales de los catorce de su equipo de gobierno contarán con sueldos de dedicación exclusiva: 3.400 euros brutos los tenientes de alcalde y 3.200 los ediles con delegación. Eso era lo de menos ayer: Dolón anunció que ha decidido que el portavoz del PSOE, Andrés Navarro cuente con una dedicación exclusiva y que las dos dedicaciones parciales al 65% previstas para el grupo socialista se destinen a Rodolfo Carmona y... Andrés Antón (1.600 euros brutos mensuales). Esa no era la propuesta definitiva del PSOE. La dirección local del partido, con el respaldo de la provincial y autonómica, adoptó el acuerdo, no sin que mediaran un par de broncas con el portavoz Navarro y el edil Antón - «Los Andreses»-, de que una de las dos dedicaciones parciales la asumiera la edil Serrano.
«Tenía hasta tres propuestas sobre la mesa del grupo socialista. He escogido la que llegó primero. No he atendido a ningún criterio en especial», indicó Dolón, a punto de esbozar una media sonrisa mientras informaba sobre estos decretos ayer en rueda de prensa. El alcalde popular sabe por experiencia que contar con mayoría absoluta durante un mandato (2011-2015) no da patente de corso para gobernar sin dificultades. En especial si tiene delante una oposición fuerte. Serrano lideró con José Manuel Dolón y Domingo Soler (ahora ambos fuera de la Corporación) la labor de oposición que en 2015 precipitó el desalojo del PP de la Alcaldía. El alcalde ampara su decreto en la que considera falta de criterio del PSOE, pero también, en algo que ya advirtió públicamente, en el rechazo de socialistas y Los Verdes en la sesión a una propuesta de sueldos en la que inicialmente hubo acuerdo.
Si Antón acepta el sueldo quedaría fuera del PSOE por no respetar la disciplina del partido, algo que puede arrastrar al portavoz y candidato a la Alcaldía, Andrés Navarro. Los «andreses» amagaron con dejar la formación -no el acta-cuando la ejecutiva decidió por ellos en el caso de los cargos dentro del grupo -no las retribuciones-. La única forma de que Antón no termine como concejal no adscrito -expulsado del partido o fuera del grupo socialista por decisión propia- es que renuncie a esa retribución. El alcalde ya dio a entender que si Antón no acepta esa nómina no la va a entregar a otro edil socialista. Se amortiza. Con lo que tres ediles de los cinco socialistas: Ana Pérez, Serrano y Antón deberían «repartirse» las asistencias a órganos colegiados para ver compensado económicamente de alguna forma su labor como concejales en la oposición. Navarro, abrumado por el curso acelerado de la (peor) política municipal al que ha sido sometido en mes y medio, no se pronunció ayer sobre este asunto. Serrano, para la que el anuncio no supone ninguna sorpresa, ya ha asegurado en varias ocasiones que el PP no va a limitar su labor de oposición, pase lo que pase.
«Decisión autoritaria»
El secretario general local del PSOE, Javier Manzanares, preguntas de este diario sí quiso indicar ayer que «el PSOE no tiene ningún problema. Esto es es lo que es, una decisión autoritaria que saltándose todo el juego democrático pretende imponer cuestiones de organización interna a otro grupo político».
La misma fuente añadió: «Eduardo Dolón no puede escudarse en supuestas diferencias en las peticiones porque la única petición la hizo el grupo municipal socialista tras la aprobación en el pleno de las dedicaciones. Desde el momento en que se podían pedir dejó claro que las dedicaciones parciales debían ser para Serrano y Carmona, al igual que el escrito registrado por el portavoz Andrés Navarro antes de ese pleno».
Manzanares indicó que la de Dolón es una decisión «inaudita en la vida municipal. Nunca una alcalde ha elegido, por mucha mayoría absoluta que tenga, a las personas que van a fiscalizarlo. Es evidente que prefiere reducir al máximo la fiscalización de Fanny Serrano. Esperamos que recapacite. Es un precedente muy peligroso» que podría tener consecuencias. Sin embargo, Andrés Antón, el único que podía despejar dudas sobre si el PSOE «tiene un problema» guardó silencio ayer.
