Los alcaldes de Torrevieja y Orihuela, Eduardo Dolón y Emilio Bascuñana, pidieron ayer que el Ministerio de Fomento y la concesionaria de la autopista A-7 trabajen para poner en marcha un peaje blando para los residentes de la comarca que permite rebajar la saturación de los viales como la N-332, que discurre en paralelo a la autopista entre Torrevieja y Pilar de la Horadada. Esta petición la plantearon en la apertura de la avenida de Dénia, un vial en el plan parcial La Coronelita de Torrevieja, que acaba de recepcionar el municipio torrevejense, y que desde ayer enlaza la CV-95 con las urbanizaciones del interior de Orihuela Costa, a lo largo de un kilómetro.

Bascuñana concretó que desde el punto de vista tecnológico es ahora una propuesta totalmente factible e indicó que mantuvo contactos con el Ministerio de Fomento, bajo el mandato de Mariano Rajoy, con el objetivo de alcanzar este objetivo. La autopista AP-7, que une Cartagena con Crevillent (donde enlaza con la A-7) a lo largo de 76 kilómetros, dispone de un sistema de peaje singular, que obliga a los conductores a rebasar dos peajes de 3,95 euros -en temporada alta- en el tramo central de la autopista, separados por unos diez kilómetros el uno del otro: uno en Los Montesinos y otro en La Zenia, además de otro troncal en este punto para Orihuela Costa. El argumento para disponer esta distribución es que los conductores pagan por el uso de la autopista desde Crevillent a Los Montesinos o desde Cartagena a La Zenia.

La consecuencia es que los tramos libres cuentan con una frecuencia de paso de 20.000 vehículos al día y los conductores de la comarca intentan por todos los medios evitar ese central, que apenas supera los 7.000 diarios. Es utilizada casi exclusivamente por vehículos en desplazamientos largos -los procedentes de Madrid -y turistas residenciales con vivienda en la costa e infrautilizada. Aunque ha mejorado sus números de paso de vehículos tras la crisis, el vial paralelo de la N-332, soporta en Torrevieja más de 50.000 diarios al día y casi 30.000 en Orihuela Costa.

Ausur se adjudicó la concesión de la autopista en noviembre de 1998 por cincuenta años. Es decir no agota la gestión con peaje hasta 2048. La iniciativa política que pide esa rebaja de peaje para los residentes tiene pocos visos de salir adelante. Otra concesionaria, la de la autopista AP-7 entre Alicante y Valencia ha agotado su concesión y no quiere renunciar al peaje. La diferencia entre ambas infraestructuras es que la segunda cuenta con una frecuencia de paso mucho mayor.

Ausur, es la última interesada en que la variante de Torrevieja de la N-332 sea duplicada. En 2015 perdió ante el Tribunal Supremo un recurso contra el Ministerio de Fomento en el que aseguraba que el desdoblamiento de la N-332 entre Pilar de la Horadada y Torrevieja y desde esta ciudad a Guardamar en 2009 le iba a hacer perder 311 millones de euros hasta 2048.

Unión política en la Vega Baja

El alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, aprovechó ayer la presencia del alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, para anunciar a los medios de comunicación en la visita del nuevo vial que «una vez haya pasado el verano pretendo reunir a todos los alcaldes de los municipios de la comarca de la Vega Baja para abordar durante una jornada todas las necesidades prioritarias y reivindicaciones que tenemos». Eduardo Dolón añadió que «una vez hayamos sacado las conclusiones tras la reunión de trabajo, marcaremos las directrices para, todos unidos, exigir a las diferentes administraciones públicas todas nuestras reivindicaciones».

El alcalde de Torrevieja ha destacado, entre otros, los graves problemas de tráfico y comunicación de la N-332, no solo a su paso por Torrevieja sino por toda la zona costera de la comarca, e incluso en los municipios cercanos del interior que ya le afectan como pueden ser Los Montesinos, Benijófar, Rojales o San Miguel de Salinas. Para Dolón estas reivindicaciones «son imprescindibles ponerlas sobre la mesa porque la Vega Baja se merece ya que se soluciones estos graves e históricos problemas, señalando que en pleno siglo XXI las comunicaciones para llegar a la costa desde el interior de la comarca no son las más adecuadas».

El alcalde espera que entre todos los municipios de la Vega Baja se pueda hacer fuerza para «de una vez por todas», conseguir que las necesidades de la comarca se conviertan en una realidad en los próximos años.

Aunque Dolón no quiso hacer distinciones ideológicas se trata de iniciativa política que a buen seguro obtendrá el respaldo de Orihuela y de todos los municipios de la comarca gobernados por el PP, que desde la administración local tienen cuatro años por delante para bregar con una administración autonómica y central bajo gobiernos de izquierdas.