Agentes de la Policía Local de Torrevieja desalojaron el pasado viernes a unos 30 jóvenes que se encontraban en el extremo del muelle del Dique de Poniente. Una zona prohibida al tránsito de personas y al baño. Desde este punto se han hecho populares saltos al mar desde una altura considerable. Los jóvenes comenzaron a acceder a mediados de 2015, momento en el que se construyó la solera de un paseo que no está acabado pero que permite acceder con facilidad al faro evitando la prohibición de la salinera. Los saltos se realizan muy cerca de la bocana del puerto, con un tránsito constante de embarcaciones deportivas y de recreo. Con lo que a altura se suma el peligro del paso constante de barcos. Se trata de zona industrial retringuida para el embarque de sal de la empresa salinera y las instalaciones de bombeo de agua del mar desalinizadora de Torrevieja, gestionada por una empresa pública estatal -Acuamed- y operada por Acciona.

Los bañistas acceden al extremo del dique y el faro a través del paseo inacabado promovido por Acuamed como parte de las obras de compensación al municipio de Torrevieja por la instalación de la desalinizadora. Comenzaron en 2014 y se paralizaron por diferencias entre la empresa adjudicataria y Acuamed, cuando solo faltaba instalar el mobiliario, el alumbrado y algunos elementos más. Desde entonces la obra está paralizada. Las vallas están ubicadas en el inicio del paseo entre la playa del Acequión y la de Los Náufragos. Es muy habitual verlas tumbadas en el suel. El vallado se retira a capricho no solo de los adolescentes que acceden para bañarse, también por el vecindario de la zona que usa el dique -unos setecientos metros lineales-como paseo marítimo, pese a carecer de barandilla y zona de separación y protección con la cinta de sal. Los agentes han advertido en un informe elevado a la jefatura de que el acceso al dique está abierto y sin control. Algo que confirmó a este diario el concejal de Seguridad, Federico Alarcón. El concejal espcificó que los agentes restituyeron el vallado y lo aseguraro con bridas. El edil especificó que el Ayuntamiento se va a dirigir a la empresa responsable para que adopte las medidas de seguridad necesarias que garanticen que no vuelvan a acceder viandantes a esta zona. La Policía Local ha llevado a cabo en veranos anteriores una labor de vigilancia a través de su patrulla marítima para evitar los saltos en el dique de la Sal. Acuamed ha hecho caso omiso a las peticiones del Ayuntamiento para que garantizara la seguridad más allá de este vallado provisional mientras que no se reanudan las obras. En su día el alcalde José Manuel Dolón aseguró que la finalización de la actuación apenas suponía una inversión de 50.000 euros y anunció que el propio Ayuntamiento realizaría una inversión para cerrar el acceso, algo que finalmente no se ejecutó.

Advertencia de las salinas

Antes de las obras no existía una solera pavimentada sobre el dique, por lo que a pie solo se podía acceder desde la carretera de acceso de las salinas y a zona de atraque provisional de Marina Internacional, mientras se prolongan las obras de reparación de sus pantalanes. Fue el personal de la empresa salinera el que advirtió de la presencia de los adolescentes en las instalaciones. Además de los saltos, la tránsito junto a la cinta de transporte de sal a cielo abierto puede entrañar un peligro grave de accidente con una caída.