La música, pilar fundamental de las fiestas de Moros y Cristianos, contó con un protagonismo especial ayer en la espectacular Entrada mora de las fiestas de Orihuela. Cinco canciones adaptadas por Javier Guil a marcha mora marcaban el paso de Dominique Giménez, Embajador Moro. También rompía la monotonía de la estandarizada carroza. Prefería la cercanía con su gente, con el numeroso público e hizo el desfile a pie, sobre una alfombra acompañado de su mujer y sus dos hijas. El boato contó con un magnífico espectáculo de fuego, fuentes, bengalas, bailes y percusiones. Pero sobre todo, con numerosos guiños a la figura de su padre, Embajador Moro en 1981 con la comparsa Almohabenos. Y precisamente, de esta comparsa desfilaron seis personas con el mismo gorro con el que el padre de Dominique desfiló en aquel boato de principios de los ochenta y que aún hoy muchos recuerdan.

Integradas en el boato, las filás de su comparsa Moros Nazaríes de Abén Humeya desfilaron con el parsimonioso paso moro arropando a su embajador. Éste colgó los trajes de estilo sultán -elaborados en Orihuela- que ha llevado durante esta semana y ayer lució uno con tintes guerreros, plumas y chapas.

El espectáculo que brindó el boato anoche ponía el broche de oro a una semana de numerosos actos y persistentes emociones.

Abría el desfile el boato de la figura más representativa y sobre la que pivotan las fiestas, la Armengola, escenificada este año por Gloria Quesada, y que este año se cumple el 777 aniversario de su leyenda.

Tras ellos desfilaron las nueve comparsas restantes del Bando Moro con la pasión y elegancia que les caracteriza derrochándola por los 765 metros que forman el recorrido. Tres horas aproximadamente de espectáculo para el público.

Una de las novedades con las que contó el desfile fue el estrechamiento del tramo del puente de Levante contribuyendo así a un desfile más cálido y cercano.

Las fiestas llegan esta noche a su fin. La Entrada Cristiana, 21.30 horas, a cargo de los Caballeros del Oriol encabeza las ochos comparsas que forman el bando cristiano, capitaneadas por el Embajador Javier Díaz.