¿Quién manda aquí? El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), ha decidido no esperar más y despejar dudas. Es el primer edil desde hace un mes, con una mayoría simple muy limitada (9 de 25 concejales), pero suficiente para emprender el mandato en solitario sin esperar a unas negociaciones con Ciudadanos (Cs) que se están eternizando. En un decreto firmado el martes ha distribuido las concejalías entre los ocho ediles del Partido Popular . Rafael Almagro (Urbanismo) ; Víctor Valverde (Infraestructuras); Sabina Goretti Galindo (Hacienda ), María Rocamora (Fiestas y Turismo); Dámaso Aparicio (Recogida de Residuos y Medio Ambiente); María Teresa Sánchez Cánovas (Servicios Sociales); Víctor Bernabéu (Deportes y Mercado); y José Galiano Moreno (Sanidad y Educación) ya pueden mandar y ordenar a los técnicos funcionarios para ejercer sus responsabilidades de gobierno y de servicio público. Trabajarán en esas áreas pero no cobrarán, de momento, por ese cometido. Una situación muy poco habitual. El golpe de efecto de los populares se ha producido horas después de que la oposición dejara sin muchas opciones a Bascuñana, que ha optado por responder con un mensaje de firmeza -algo así como «no cobraremos pero gobernaremos»- ante el pulso mantenido durante 30 días por los ediles de Cs.

El decreto, filtrado desde el Consistorio pese a que no se hizo público y avanzado por este diario en su edición digital el martes a última hora, es también una expresión de la voluntad política de Bascuñana, que ni tan siquiera ha explicado su decisión públicamente -rubricada oportunamente en plenas fiestas de La Reconquista, sin margen para la reacción pública del resto de formaciones políticas, en plena jornada del Día del Pájaro en las calles del centro de la ciudad-.

La distribución de estas concejalías -algunos como Víctor Valverde suman más de siete áreas- se decidió horas después de que la mano derecha del alcalde, Rafael Almagro, declarara que el PP iban a seguir negociando esta misma semana con Cs un gobierno de coalición -como el que se desarrolló en el anterior mandato- como su «socio preferente». Declaraciones que hizo al terminar el pleno en el que PSOE, Cs y Cambiemos tumbaron la propuesta de sueldos

Solo los dos ediles de Vox, al que el PP ha preferido no hacer concesión alguna, respaldaron al primer edil desde la oposición. La diferencia con respecto a 2015 es que la formación naranja cuenta con más representación -cinco ediles- y el PP la ha perdido.

Las negociaciones no habrían avanzado supuestamente porque el PP cree muy ambiciosas las exigencias de Cs, que pasaron inicialmente, antes del pleno de investidura, por reclamar la Alcaldía para el cabeza de lista y portavoz José Aix. La formación naranja asegura que ha intentado pactar los grandes bloques de gestión y la orientación política del mandato que comienza, sin mucho éxito, sugiriendo que supuestamente el PP estaba más concentrado en contar con el apoyo para sacar adelante las retribuciones de la Corporación. Cs, que hasta ahora llevaba la iniciativa, es la única formación que puede garantizar la mayoría de trece concejales. La iniciativa de echar a andar el actual mandato de la administración local con este reparto concejalías puede ser modificada en caso de un acuerdo posterior sin necesidad de una nueva sesión plenaria -es una de las decisiones exclusivas del alcalde, que además se ha reservado las áreas de Seguridad Ciudadana, Régimen Interior, Recursos Humanos, Protocolo, Relaciones Institucionales y Contratación.

Decreto y juntas de gobierno

El alcalde dispone de una mayoría simple muy corta, pero cuenta con casi todas las competencias que la ley de gran población permite delegar sin contar con el pleno. Puede gobernar por decreto y golpe de junta de gobierno local por mucho que no gane en el pleno. La distribución de competencias permite al PP comenzar a desligarse de la sensación de bloqueo que se había apoderado de la administración local y obliga a Cs a mover ficha. Aunque no es una situación cómoda sin retribuciones y con un núcleo duro de asesores que está trabajando para los concejales y el alcalde no solo sin retribuciones, ni tan siquiera con nombramiento.

Al pleno tan solo le quedan competencias para decidir sobre planeamiento urbanístico relevante -aprobaciones de planes parciales, presupuestos y... retribuciones-, además de su indispensable función de fiscalización de los decretos y juntas de gobierno, las mociones y la participación de los vecinos y partidos en ruegos y preguntas.