Unas fiestas sin pólvora. A menos de una semana para el inicio de las Fiestas Patronales de Moros y Cristianos de Guardamar del Segura en honor a San Jaime, se plantea, por primera vez a lo largo de la trayectoria festera de cerca de cuatro décadas, no celebrar los actos de arcabucería este año, lo que conlleva la pérdida de las Guerrillas.

La decisión de suspender los actos con armas de avancarga, en los que se estima la participación de 75 tiradores para quemar 120 kilos de pólvora, está sobre la mesa hasta mañana después de que la directiva de la Junta Central se reuniera con carácter de urgencia este pasado viernes con los presidentes y representantes de las diez comparsas de la localidad, para tratar la situación provocada por la venta de pólvora negra de mala calidad, de un granulado superior y directamente rechazada por la comisión festera y el armero, suministrada por el único polvorín autorizado en España. Motivo de peso, tras los incidentes producidos con los explosivos en poblaciones vecinas, como Rojales, «que impide garantizar la seguridad tanto de los disparadores participantes como del resto de espectadores», indica el presidente de la Junta Central de Moros y Cristianos, José Alfonso Ferrer Jiménez.

Ante ello, el presidente de la entidad festera se puso en contacto con Intervención de armas de la Guardia Civil, el polvorín proveedor de pólvora Albex, la Unión Nacional de Entidades Festeras de Moros y Cristianos (Undef), la armería El Rojo y poblaciones como Almoradí, Rojales, Orihuela y Albatera, conociéndose en la tarde de ayer la suspensión de la venta de explosivos por parte de Albex hasta que llegue nueva mercancía.

Para la Junta Central resulta complicado imaginar unas fiestas sin las Guerrillas y sin la presencia de pólvora, y está barajando alternativas para sustituirla, como el uso de pirotecnia en determinados momentos de las Embajadas, sin contemplar otro tipo de acciones para cubrir las Guerrillas previstas en las tardes del 24 y 26 de julio, según dice el presidente de la asociación festera local.

Además, manifiesta que «algo por lo que trabajamos durante todo el año y por lo que los festeros y, en especial, los arcabuceros han peleado tanto adaptándose a las nuevas normativas que se nos ha exigido, es por lo que no entendemos cómo se ha permitido comercializar este tipo de pólvora para su uso en la arcabucería, pólvora que en muchos aspectos nos obliga si no a incumplir, bien a «bordear» puntos de la famosa ITC 26 y, sobre todo, y ante todo nos obliga a que nuestros festeros corran riesgos innecesarios», explicó el presidente de la Junta Central.