El atropello mortal de un ciclista en la variante de la Nacional-332 el martes por la tarde es otro capítulo trágico más del goteo de víctimas mortales que se produce en este tramo del vial que circunvala el centro del casco urbano de Torrevieja. El colapso del vial, lejos de relajarse, va a más con una media de paso de vehículos que no decreció ni durante los años de la crisis y que ahora se sitúa por encima de los 43.000 diarios de media. Cifra similar a la que arroja la autopista del Mediterráneo a su paso por Orihuela, pero con una sustancial diferencia: la circunvalación de la 332 en Torrevieja, a lo largo de sus ocho kilómetros, tiene la mitad de la capacidad de aquella al contar solo con un carril de circulación por cada sentido de la marcha.
Las retenciones en el «embudo» de Torrevieja son tan cotidianas en los partes nacionales de información del tráfico como el tinto de verano en temporada alta. Las largas colas de vehículos, alrededor de cuatro kilómetros, son inevitables durante la mayor parte del día. La mayor parte de los conductores que conocen la situación de la variante la evitan provocando la saturación del resto de viales alternativos. En los últimos 15 años los accidentes se han cobrado una decena de víctimas mortales. Triste balance en el que se han visto implicados turismos, autobuses, motociclistas, ciclistas, e incluso peatones, como ocurrió en agosto de 2015.
La Dirección General de Tráfico (DGT) sigue manteniendo el tramo comprendido entre los puntos kilométricos 53 y 55 como de alta concentración de accidentes pese a las medidas adoptadas desde 2014 para evitarlos los siniestros graves.
Ante la imposibilidad de abordar el famoso proyecto de desdoblamiento de esta saturada carretera, el Ministerio de Fomento puso en marcha medidas de seguridad drásticas que han rebajado la gravedad de los accidentes, aunque ha aumentado su frecuencia -normalmente alcances-. Señalizó con una doble raya continua los 8 kilómetros del tramo para prohibir los adelantamientos -principal causa de los accidentes graves-, además de indicar con señalizaciones luminosas las advertencias de retenciones y ubicar un rádar cuya operatividad de control no está clara a día de hoy. La carretera es «un cuello de botella» con tráfico lento y retenciones todos los días del año, pero con picos continuados que se intensifican desde Semana Santa hasta finales de octubre afectando con iguales índices de retención también a los accesos a la ciudad y a los itinerarios alternativos que los conductores usan para evitar la propia variante.Colapso
El colapso de la CV-95 Los Balcones y La Veleta, que asume 20.000 vehículos diarios en la zona más cercana a la rotonda de la desalinizadora, es total a lo largo de un kilómetro . Para evitar este tramo los conductores intentan atajar por la avenida Escorpiones, a través del barrio de Los Altos, zona que comparten los términos de Torrevieja y Orihuela y que desemboca de nuevo en la N-332 y la avenida de Las Olas: otro tapón. El acceso a la N-332 desde la CV-905 está impracticable desde mediados de junio en las horas centrales y todo este «embudo» se agrava con la afluencia de vehículos al Centro Comercial La Zenia en la vía parque de la N-332 -con otro tramo de concentración de accidentes- que aquí sí cuenta con dos carriles en cada sentido de la marcha -mientras unos pocos miles de vehículos salvan el atasco pasando por caja en la AP-7-
Los tramos de la Nacional 332 desdoblados entre Guardamar del Segura - Torrevieja, y Torrevieja - Pilar de la Horadada cuentan además con carril bici. No está claro que el proyecto de duplicación para Torrevieja, adjudicado en junio de 2018,en fase de redacción en estos momentos por la empresa Consultrans y que debería estar entregado en diciembre, vaya a contemplar la incorporación de un carril bici. Máxime cuando una de sus principales dificultades de la redacción de la duplicación, como advirtió a Fomento la Generalitat en 2017, es que duplicar a dos carriles en cada sentido de la marcha y los correspondientes a los accesos actuales «no caben» en la escasa superficie libre de urbanización disponible cedida por el Ayuntamiento, si no se quiere expropiar suelo urbano o de zona verde. Cuando algún día el proyecto sea una realidad... la inversión necesaria para desdoblar superará los 40 millones de euros.
