El perímetro de la parcela de la obra del centro comercial abandonado en Torrevieja, en la Colonia de San Esteban, ha sido vallado en los últimos días por orden del Ayuntamiento. Es una medida provisional y de urgencia adoptada por la Concejalía de Urbanismo y Actividades para garantizar un mínimo de seguridad a los peatones.

El Ayuntamiento ha tenido que invertir en soportes de hormigón dispuestos para evitar que el vallado ceda con el viento, como ha ocurrido en innumerables ocasiones en los últimos años. El resto del material era municipal. Urbanismo tramita ahora un contrato menor para dar solidez a todo el perímetro, aunque la solución constructiva no es sencilla porque no se puede levantar un muro de obra: detrás del vallado solo hay un foso y cualquier intervención de obra exigiría ocupar vía pública.

La imagen que ofrece el foso sigue siendo lamentable, aunque ahora, al menos, existe una separación de seguridad entre la calzada y el propio foso. Imagen con la que se topan a diario cientos de usuarios de la estación de autobuses, el cuartel de la Guardia Civil y los juzgados.

Para el mandato que se inicia queda pendiente la adjudicación del contrato menor y la exigencia a la empresa propietaria de abonar el coste que el municipio ha asumido de forma subsidiaria para parchear durante los últimos meses esta situación de inseguridad.

La obra está abandonada desde hace casi quince años. La iniciativa para la construcción del centro comercial comenzó en torno a 2005 con la adquisición por parte de la empresa a un particular de unos 10.000 metros cuadrados por catorce millones de euros. La compra se hizo pese a que el suelo no estaba calificado para el uso comercial, sino como dotacional educativo privado. Cuando la firma cerró la operación de compra y presentó el proyecto que contemplaba un hotel, spa, y cines, una amplia zona comercial y varias plantas de aparcamiento, el Ayuntamiento reclasificó el terreno a terciario. Durante las obras de construcción murió un operario por accidente laboral. Otra persona perdió la vida al caer su vehículo aparcado al foso. A principios de este mandato la promotora, una empresa de la Vega Baja, sondeó la posibilidad de retomar el proyecto, con una venta a unos inversores, dado que todas las licencias municipales siguen vigentes y no han caducado. Pero la iniciativa no ha cuajado.

El Ayuntamiento mantiene abiertos varios expedientes de infracción urbanística contra la propiedad por no velar por garantizar la seguridad de la finca. La empresa ha recurrido cada una de las multas coercitivas impuestas por el Consistorio cada vez que se rebasaban los plazos de cumplimiento de las órdenes de restaurar la legalidad, alegando que no podía levantar un muro definitivo porque el estado de la finca, con el foso abierto, impide esa obra. El Ayuntamiento considera que hay soluciones técnicas para consolidar ese vallado perimetral que son las que adoptará a su coste, para luego repercutirlas en la propiedad.