La ejecutiva comarcal del PSOE en la Vega Baja atesora una trayectoria histórica impoluta... de irrelevancia. Algo que se hace especialmente patente, de forma paradójica, cuando tiene que adoptar algún tipo de decisión, más allá de la sucesión de reuniones ordinarias. Ocurrió el pasado miércoles.

Una parte mayoritaria de los miembros que acudieron a la ejecutiva (formada por 40 militantes pero con muchas ausencias en esta reunión) exigieron al secretario comarcal, Manuel Pineda, que se diera opción a que los representantes comarcales a presentar su propia terna de aspirantes a ocupar los dos puestos de diputado provincial con los que contará la comarca tras los resultados electorales. Pineda se limitó a asumir el discurso de la dirección provincial del partido -de arriba a abajo y sin debate previo- e impidió tanto una votación como cualquier intento de que se cuestionara a la propuesta de la portavoz socialista y candidata a alcaldable Carolina Gracia y el portavoz del PSOE en Benejúzar, Miguel López.

Pineda, que renueva como diputado autonómico (no ha sido diputado provincial como por error publicó este diario en la edición impresa) y alcalde de Rafal (ha revalidado su mayoría absoluta), no dio opción a más, pese a que su vicesecrataria comarcal y directora general de Cooperación de la Generalitat, Antonia Moreno, ha apostado, según fuentes socialistas, porque la voz mayoritaria de las agrupaciones en contra de esas designaciones se escuchara en la dirección del partido.

El criterio es no repetir más de un mandato como diputado provincial, norma no escrita que va a romper Gracia, que cuenta con sólidos apoyos en Alicante y València. En la reunión se cuestionó que se escoge a representantes que no han remontado sus resultados de 2015 -en el caso de Orihuela el PSOE pierde dos ediles-. Miguel López, secretario de Organización de la ejecutiva comarcal, arrastra además, junto a otros ediles y exediles socialistas, una acusación judicial por delito electoral, en una investigación que se remonta a 2015 y que ya cuenta con fecha señalada de juicio. En el caso de Benejúzar, el PP ha vuelto a ganar las elecciones y está pendiente de un pacto con Cs para gobernar. El PSOE solo ha cosechado algunos votos más con respecto a las últimas elecciones.

La dirección federal del PSOE ratifica a ambos cargos el día 17 de junio. Una mayoría de esa ejecutiva considera que la propuesta debería pasar por otra terna. Existe mucho mayor consenso por parte de la ejecutiva a la hora de que Joaquín Hernández, alcalde de Dolores asuma también el cargo de diputado provincial. Aunque esta población está integrada, como todas las del norte de la comarca, en la ejecutiva del Bajo Segura, su elección corresponde a la demarcación electoral del Baix Vinalopó.

Por ejemplo, entre otras, se ha planteado la continuidad de Fanny Serrano, que contaría mayor consenso -aunque también repetiría mandato- e incluso la propuesta del alcaldable de Torrevieja, Andrés Navarro, bastante más improbable. Ambas propuestas para que la tercera ciudad de la provincia contara con representación en la Diputación por parte socialista.

La elección del diputado provincial es indirecta. Es decir, son los concejales electos de cada municipio los que eligen a sus candidatos. Es improbable que se rompa la disciplina de partido. Aunque no sería la primera vez que se elige a alguien distinto al propuesto -con consecuencias disciplinarias-.

La ejecutiva comarcal no ha informado públicamente ni de esta reunión, ni de otra anterior celebrada tras los comicios municipales en las que las distintas agrupaciones propusieron algunos de los nombres para esa terna de diputados. Además de Serrano y Navarro, se planteó el del exalcalde de Almoradí, Jaime Pérez, o el de la alcaldesa electa de Jacarilla, Pilar Díaz Rodríguez, que ha revalidado su segundo mandato. También se planteó el nombre de Ana María Pérez Torregrosa.