El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, ha anunciado este miércoles que el Ayuntamiento ha alcanzado un acuerdo de arrendamiento con la Fundación Caja Mediterráneo para mantener abiertas las instalaciones del Centro Cultural, ubicadas en la calle Loaces.

De esta manera, Bascuñana explicó que "durante un año, el Ayuntamiento arrendará estas instalaciones emblemáticas de nuestra ciudad que tan demandadas son por los oriolanos, por lo que a partir de la firma de este contrato la próxima semana podremos hacer uso de las mismas".

Y es que este es resultado "de meses de negociaciones", siempre según el alcalde popular en funciones, entre las dos partes con el objetivo de "evitar que se cerrarán estas instalaciones tan completas de las que los oriolanos seguirán disfrutando gracias a este acuerdo", aunque el Ayuntamiento lo que aseguró cuando se planteó el cierre es que negociaría una cesión, no un arrendamiento. De hecho, ese es el objetivo a medio plazo del municipio.

Asimismo, el primer edil aseguró que la finalidad "es poder alcanzar a lo largo del año un consenso para sacar adelante un convenio a tres bandas, Ayuntamiento, Generalitat Valenciana, y Fundación Caja Mediterráneo, como se ha hecho ya en otros municipios". El coste total de este arrendamiento será de 8.000 euros más IVA.

La Fundación CAM anunció en marzo que acababa a final de ese mes con 30 años de historia de Orihuela y de la Vega Baja. Sus gestores cerraron este espacio, situado en el centro del casco urbano, junto al cauce urbano del Segura, en el puente nuevo, el pasado 31 de marzo con el emblemático edificio que alberga el Aula de Cultura de Caja Mediterráneo, referente en el ámbito social y cultural de la comarca.

El inmueble que albergó la sede principal de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) hasta la compra de la entidad bancaria por el Banco Sabadell, siguió acogiendo el Aula de Cultura por donde han pasado en tres décadas cientos de exposiciones, actos, conciertos y hasta proyecciones de cine, y donde sus aulas han acogido talleres, ponencias y actividades formativas. La decisión del patronato que rige la Fundación CAM entra dentro de su estrategia para deshacerse de activos para garantizar su viabilidad, pero el Ayuntamiento no estaba dispuesto a que uno de los mejores espacios culturales de la ciudad eche el cierre.

Bascuñana explicó en ese momento a INFORMACIÓN que solicitó a los gestores la cesión de las instalaciones a cambio de ocuparse de su mantenimiento y del personal durante un año, hasta que se pueda buscar otra solución que podría pasar por la intervención de la Generalitat Valenciana, a través de un convenio conjunto con la fundación, como ya hiciera en Alcoy hace unos meses con el Centre d'Art d'Alcoi (CADA) para evitar que se cerrara. «Sería un acuerdo provisional hasta que encontremos otra solución más estable y definitiva para que se mantenga abierto y que a ellos no les cuesta dinero», indicó Bascuñana. El acuerdo, sin embargo, ha pasado por el pago de un arrendamiento, no solo por asumir el mantenimiento.

Bascuñana aseguró llevar dos años «peleando todo el mandato para que no se cerrara, porque ya había comentarios». «Es patrimonio de Orihuela, no hablamos de una empresa privada, sino de una caja de ahorros y es una obra hecha con el dinero de los oriolanos y habitantes de la Vega Baja, por lo que hay otras consideraciones a tener en cuenta y no se puede cerrar así», manifestó Bascuñana.

Una referencia cotidiana y cultural

El edificio situado en la calle Loaces, junto al Puente Nuevo, se inauguró en 1986. Su característico reloj en la azotea, que da la hora y la temperatura, es un elemento más del paisaje de Orihuela. En su interior hay dos salas, una con capacidad para 450 personas y otra para 180, además de salones para albergar exposiciones y un aula joven. La Fundación CAM es la propietaria del edificio y es la entidad heredera de la Obra Social de Caja de Ahorros del Mediterráneo, cuyos activos bancarios se vendieron al Banco de Sabadell, que también se quedó con una parte de los fondos artísticos que después fueron reclamados.

El pasado año, la Fundación CAM anunció un ERE que afectaba al 41% de su plantilla (16 de los 39 trabajadores) para atajar la sangría que ha sufrido prácticamente desde su puesta en marcha -cuando la Obra Social se segregó del negocio financiero de la CAM, tras la intervención y posterior adjudicación de la entidad al Sabadell- y que ha llevado a que su patrimonio se haya reducido considerablemente desde los 121 millones de euros que acumulaba en 2012 a los 98 millones con los que cerró 2016. Uno de los dos trabajadores del Aula de Cultura de Orihuela se acogió a ese ERE. Su plan estratégico pasa ahora por la puesta en marcha de un equipo integral de gestión inmobiliaria que se encargue de vender o alquilar los edificios que no se utilicen (tiene 44 inmuebles en propiedad). En Orihuela esta última acción es la que se quiere evitar.

Unas jornadas organizadas por la Hermandad de la Resurrección de Orihuela son las últimas programadas

El edificio del Aula de Cultura de la CAM tiene previsto acoger, del 18 al 24 de marzo, las XXXIII Jornadas de Jesús Resucitado organizadas por la Hermandad de la Resurrección. Será el último evento que acojan sus instalaciones si no se evita antes su cierre el próximo 31 de marzo como tiene prevista la Fundación CAM. La Hermandad hará uso de su sala de exposiciones, para una exposición que inaugurará el obispo Jesús Murgui y su sala de conferencias para la proyección de una película documental y de una mesa redonda.

Sus instalaciones se han utilizado durante 3 décadas para acoger los más importantes actos sociales y culturales que ha tenido la ciudad. Artistas locales y también otros de gran renombre han tenido cabida en estos muros para sus exposiciones. Allí está el archivo fotográfico del fotógrafo oriolano Juan Fenoll y cuadros de diferentes autores. Además, fue durante un tiempo el lugar donde se proyectaban estrenos de cine, antes de que abrieran las actuales salas cinematográficas.