Nueve de las 27 alcaldías de la Vega Baja están en el aire, aunque casi todas bastante definidas hacia qué sentido irán los necesarios pactos y acuerdos. En plena resaca electoral ya se ha puesto en marcha la maquinaria de las formaciones que, a pesar de haber ganado las elecciones, no han alcanzado la mayoría absoluta que les permita gobernar cómodamente. El próximo 15 de junio se constituyen los ayuntamientos y el tiempo corre para llegar a un acuerdo con otro u otros partidos en unas duras negociaciones. De los 9 municipios donde no ha habido mayorías, el PP podría hacerse con 4 alcaldías, el PSOE con 2, Cs con otras dos y parece hecho que Alternativa por Catral (APC) reeditará el pacto con el PSOE para liderar el gobierno catralense.
Ciudadanos es sin duda la formación que más llaves de gobierno tiene en sus manos en la comarca. En los dos municipios donde ha obtenido más votos en la comarca, en Daya Nueva y Granja de Rocamora -fruto de la reconversión de dos partidos independientes- los naranjas podrían gobernar en minoría o alcanzar un acuerdo con el PSOE o el PP. En Daya Nueva, Teresa Martínez que pasa de tener 8 ediles en 2015 cuando se presentó por UPDN a 4 con Cs, tiene como opciones un acuerdo con el PP que tiene 3 concejales o con el PSOE con 2, o gobernar con acuerdos puntuales, lo que a priori parece más factible. En Granja de Rocamora, Javier Mora con 5 ediles será alcalde a la espera de saber si reeditará el pacto con el PSOE de 2015 -cuando lideraba Independientes por Granja y consiguió 4 concejales- o también opta por acuerdos concretos para sacar adelante las mociones que lleve al pleno.
Además, los de Albert Rivera tienen en su mano entrar en el gobierno de otros 4 municipios donde son la llave que necesita el PP para alcanzar sus alcaldías. Es el caso de Almoradí donde ya se da por hecho que se repetirá el llamado «pacto de la alcachofa» que firmaron PP y Cs a mitad del pasado mandato. Durante la campaña ambas formaciones ya mostraron su disposición a volverse a unir, como publicó este diario. Así que María Gómez, que ha obtenido un amplio respaldo con 10 concejales (en 2015 obtuvo 7), a uno solo de la mayoría, será 4 años más alcaldesa gracias al apoyo de Almudena Albentosa y Carlos Peñalver, los dos ediles naranjas que han obtenido acta.
En Orihuela, los cinco ediles de Cs son los que necesita el PP para tener un gobierno de estabilidad, como quiere Emilio Bascuñana. El regidor popular repetirá pero las negociaciones, que aún no han empezado, se prevén tensas por las mayores exigencias de los naranjas al haber obtenido mayor representatividad que hace 4 años. Su líder, José Aix, no descarta tampoco dejar gobernar en minoría al PP en un principio y entrar después en el gobierno, como sucedió en el mandato que acaba de terminar, aunque lo más sensato es que ambos reediten el pacto y permitan la gobernabilidad de la ciudad.
En Callosa de Segura es seguro el cambio de color del gobierno. El popular Manuel Martínez se quedó a un solo edil de la mayoría absoluta con 8 asientos en el pleno y será el próximo alcalde callosino con el apoyo de Cs, que obtuvo 2 representantes, aunque también los naranjas podrían optar por dejarle gobernar en minoría.
Donde se generan más dudas es en Benejúzar. El popular Antonio Bernabé perdió la mayoría absoluta que ostentaba desde 2007 y necesita un pacto con Cs, que obtuvo 2 concejales, para seguir al frente del ayuntamiento benejucense. Sin embargo, los naranjas podrían dar la alcaldía al PSOE que consiguió 5 ediles. La líder de Cs, Rosa García, sufrió las veladas críticas del PP en diciembre de 2015 cuando pasó a Cs proveniente de Soy de Benejúzar Independiente, con quien obtuvo representación en el Ayuntamiento. Los populares acusaron a García de tránsfuga y le llegaron a reclamar su acta de concejal. Así que la relación no ha sido la mejor en este mandato que ha acabado. La otra opción es abstenerse o presentarse ella como alcaldable en el pleno de investidura y permitir que el PP gobierne en minoría.
Las opciones de los socialistas para arañar dos alcaldías más a las obtenidas por mayoría absoluta son San Miguel de Salinas y San Fulgencio. En la primera localidad la celebración conjunta de los resultados por parte de los socialistas, de Esquerra Unida y de Adelante San Miguel (Podemos) da buena cuenta de que tras 16 años de gobiernos del PP, con el veterano Ángel Sáez al frente (aunque a estos comicios se presentó Sergio Correas), las fuerzas de izquierda llevarán el cambio. El socialista Juan de Dios Fresneda, con 6 ediles, se convertirá en el nuevo alcalde sanmiguelero el 15 de junio con el apoyo de la edil Bienvenida Campillo (EU) -lo que garantiza la mayoría absoluta- y está por ver si también se incorpora en el gobierno Noelia García de Adelante San Miguel.
En el caso de San Fulgencio la victoria socialista ha sido clara, con 6 concejales y a uno de la mayoría absoluta. El socialista José Sampere necesita del apoyo del PIPN -segunda fuerza con 3 concejales- para garantizarse la gobernabilidad, algo que parece factible según fuentes cercanas a esta formación que ven más improbable un pacto a tres con PP y Cs.
En Catral la buena sintonía entre el PSOE, que suma 3 ediles, y Alternativa por Catral (APC) con 4, permitirá al independiente Juan José Vicente Martínez hacerse con la alcaldía.
Las mayorías absolutas doblan a las minorías
Algunos de los multipartitos gobiernos del cambio han dado paso a un panorama político de un solo color en 18 municipios
El mapa multicolor que se dibujó en muchos de los municipios de la Vega Baja en 2015 ha dado paso a otro menos colorido donde una sola sigla podrá gobernar sin necesidad de juntarse con ningún otro partido. Así ha sucedido en 18 localidades de la comarca. Los municipios donde se han obtenido mayorías absolutas, por tanto, han doblado a los que se tendrán gobiernos de coalición o en minoría, que serán 9. Los pactos multipartitos que se dieron en 2015 han pasado a la historia. Así ha sucedido en Torrevieja -que de 5, y después 4 partidos gobernando, será el PP el que lo haga desde el 15 de junio-, en Albatera -de 3 partidos a uno, el PP-, en Cox -los populares gobernarán tras 4 años de un pacto a 4 bandas-, en Guardamar -un pacto a 3 en el que se queda solo el PSOE para gobernar con mayoría- y en Pilar de la Horadada -el gobierno bipartito de PSOE y Vecinos por el Pilar deja paso a una alcaldía popular-.
El PSOE ha obtenido en estos comicios un total de 9 alcaldías por mayoría absoluta, frente a las 8 que ha conseguido el PP y una Compromís. Los socialistas mantienen su mayoría en Algorfa, Benferri, Dolores, Jacarilla, Los Montesinos, Rafal, Rojales y San Isidro. Por su parte, los populares renuevan su fuerza mayoritaria en Benijófar, Bigastro, Formentera del Segura y Redován.
En Daya Vieja el PP pierde la mayoría absoluta que ha ostentado desde 1991 (tras dos mandatos anteriores de alianza popular, el germen del PP, y otro de UCD) y se da el mayor vuelco de la comarca al pasar de un gobierno de derechas de toda la vida a Compromís, con José Vicente Fernández como alcalde desde el 15 de junio. Los populares, de hecho, desaparecen del Ayuntamiento en este municipio al no haber obtenido ningún concejal en los comicios.
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