«Camino de servicio, uso exclusivo de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS)». Así rezan los carteles que la CHS acaba de instalar a lo largo de la conocida popularmente como «carretera de los tubos» de Orihuela. El vial trazado hace más de cuatro décadas discurre a lo largo de 4,3 kilómetros en paralelo a esta espectacular infraestructura del postrasvase Tajo-Segura. Es utilizado desde entonces por miles de turismos y vehículos pesados para evitar el paso por el casco urbano de Orihuela. Enlaza la Nacional-340 en el Raiguero con la CV-925 entre Arneva y Hurchillo y también con los cruces a la CV-915 y CV-916 a Desamparados y El Arenal. Es una vía de comunicación habitual para residentes de la costa de la Vega Baja para «atajar» a la hora de acercarse al sur de la ciudad de Murcia y sus pedanías, o a los municipios de Beniel y Santomera y también a muchas zonas de viviendas rurales diseminadas como el barrio Mariano Cases. Y es la primera vez -al menos en 25 años- que la CHS advierte con carteles que se trata de un vial de servicio. A preguntas de INFORMACIÓN, fuentes de la Confederación indicaron que «coloca estas señalizaciones en los caminos de servicio porque el organismo no cuenta con un equipo de mantenimiento de viales como sí lo tienen otras administraciones». Y aunque resulte paradójico esa «exclusividad» no supone «una prohibición» de paso, según la CHS.

La entidad que gestiona los recursos hídricos de la Cuenca, con sede en Murcia, no había dejado claro sobre el terreno, hasta la fecha, esta advertencia. Reconocía que la ejecución se derivaba de la construcción del Trasvase. En otras zonas por las que discurren colectores del Trasvase -a cielo abierto- como en La Murada, Albatera, San Miguel, Orihuela Costa y Pilar de la Horadada, el paso de vehículos está prohibido de forma expresa - aunque no siempre se cumple-.

Por «la carretera de los Tubos» circulan miles de vehículos. Algo que se podía comprobar ayer mismo: la nueva cartelería pasaba totalmente desapercibida. La decisión de la administración, que depende del Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno de España, parece más destinada a curarse en salud por la responsabilidad del mal estado de la carretera- que a prohibir el paso de forma expresa-. Y es que en «Los Tubos» se han producido accidentes graves en los últimos años con víctimas mortales. En algunos puntos describe rasantes muy pronunciadas para salvar la tupida red de azarbes del riego tradicional de la huerta y el cauce del río Segura, con características más cercanas al camino rural asfaltado que a una carretera secundaria.

El vial, pese a ese limbo a la hora de determinar qué administración es responsable de su mantenimiento -la CHS ha llegado a indicar en alguna ocasión que es la Generalitat-, ha aparecido en en el informe de puntos negros de la Dirección General de Tráfico (DGT) que considera 200 metros de esta vía como tramo de concentración de accidentes.

Obras

Los tubos y su mantenimiento son vitales para la infraestructura del trasvase Tajo-Segura. Aportan la mayor parte del caudal de reserva al pantano de La Pedrera desde Ojós de los envíos de agua del Tajo. Hasta tal punto es una obra de envergadura que el trazado del tren de alta velocidad se adaptó a esos grandes colectores y no al revés, con la construcción de un puente para «salvarlos».

Esas obras del tren de Alta Velocidad permitieron renovar una parte del asfaltado con cargo a la reposición de servicios prevista en la actuación. El uso de la carretera está tan interiorizado por los oriolanos que fue la propia policía local la que informó a los vecinos en las redes sociales de esa reapertura tras dos años de cierre temporal por obras -entre finales de 2012 y mediados de 2015-.

La misma situación en San Miguel y Orihuela Costa

Vecinos de urbanizaciones del litoral utilizan el camino del canal de Cartagena a cielo abierto como carretera

Aunque con menos tráfico que en «los tubos» otros viales de servicio construidos en paralelo a las infraestructuras del postrasvase Tajo-Segura son utilizados sin muchos obstáculos por los conductores en en la Vega Baja. Es el caso del vial de servicio del canal de Campo de Cartagena, que parte desde el pantano de La Pedrera para dotar de el agua a los campos de San Miguel de Salinas, Orihuela Costa y Pilar de la Horadada camino de la Región de Murcia. Este uso irregular se da en especial en algunos tramos entre San Miguel y Orihuela Costa -sobre todo en Villamartín y el PAU8, que lo integran en callejero aunque no aparezcan en los planes parciales, o en Pilar de la Horadada. En todos estos casos con señales de prohibición expresas. En tramos muy puntuales con cadenas para impedir el paso. Se trata de zonas a las que el canal a cielo abierto se trazó en su día atravando bancales de secano y ahora sirven de vía de comunicació a campos de regadío -cítricos y hortalizas-, casas ilegales y urbanizaciones residenciales - el PAU8 de Orihuela ocupó parte de la zona de servidumbre del canal de Cartagena y de su vial paralelo, sin que la Confederación alegara, algo que fue denunciado por varios propietarios aunque la acción judicial no prosperó. Todo el vial de servicio es utilizo en doble sentido pese a que el ancho del vial es insuficiente y uno de sus márgenes da al canal, normalmente con agua.