Los vecinos de los barrios del Campillo, La Almazara y Los Villenas de Pilar de la Horadada llevan 9 años reclamando a la Confederación Hidrográfica (CHS) del Segura que actúe para evitar las inundaciones de esas zonas rurales al noroeste del casco urbano, cada vez que llueve de forma torrencial. Y que están provocadas por una obra terminada por la Confederación en 2010. El objetivo de la infraestructura, una especie de puente sobre el canal del Campo de Cartagena del postrasvase del Tajo-Segura es evitar que las aguas de las ramblas de Lo Romero que confluyen en ese punto entren al caudal del canal. Ahora se desvían sobre el canal e inundan esos tres barrios pilareños. La rambla siempre atravesado esta zona, pero nunca la inundaba, recuerdan, hasta esta modificación.
Con tormentas o gota fría el agua anega los caminos e impide a los vecinos salir de sus casas. Estos barrios quedan incomunicados por carretera con el resto del casco urbano y los accesos a Pilar de la Horadada. Los afectados explican a INFORMACIÓN que el último de estos episodios se produjo durante las lluvias torrenciales de la pasada Semana Santa.
Un problema totalmente artificial y que tiene su origen en la transformación de los terrenos agrícolas aguas arriba. Los bancales de cítricos se han convertido en grandes extensiones donde se plantan hortalizas e invernaderos -más rentables y en un municipio donde el 20% de la población se dedica al sector terciario-. Y otras zonas de secano y cítricos de Lo Romero se convirtieron en un campo de golf y viviendas. La extensión de escorrentía superficial del agua es mucho mayor ahora y ya no están esos bancales para retener el agua.
El agua terminaba por desembocar en el canal -que dota a miles de regantes de Pilar de la Horadada y Murcia con agua procedente de La Pedrera- y también afectaba a zonas de San Pedro del Pinatar (Murcia). Los vecinos de los barrios pilareños afectados, en torno a cien viviendas, lamentan además que la solución en su día de la CHS para que el agua no llegara al canal y zonas habitadas de San Pedro fuera derivarla a Pilar de la Horadada. El argumento de la CHS para justificar que el agua no entre en el canal es que esos recursos de arrastre contaminan el sistema del trasvase con residuos de productos fertilizantes y otros productos agrícolas, según los datos que ha podido recopilar el concejal el concejal de Medio Ambiente de Vecinos por el Pilar, José Francisco Albaladejo, que no considera que matiza que la Confederación no ha demostrado con datos esa explicación. Tras años de reivindicación de los vecinos, técnicos de la CHS, organismo que depende del Ministerio de Transición Ecológica, realizaron una visita a la zona el pasado mes de enero y habrían elaborado un proyecto para evitar las inundaciones que complementa a otras ya elaborados desde hace años por el Ayuntamiento con el mismo objetivo. El informe de la CHS cuantifica en cinco millones de euros la inversión necesaria para resolver el problema de las inundaciones.
Durante todos estos años los propietarios han ideado distintos métodos para evitar la entrada de agua las fincas. Como tablones o muros improvisados. A la altura que alcanza el agua se le suma la fuerza que alcanza. Arrastra piedras y barro que daña las viviendas. Entra en las fincas y salir en vehículo es una aventura. A los daños en viviendas y vehículos se suman otros, por ejemplo, los días de trabajo perdidos.
Desalinizadora agrícola
El edil Albaladejo agradeció la insistencia de los vecinos a la hora de denunciar y el hecho de que lo hayan trasladado directamente ante la CHS. El concejal cuestionó que la Confederación optara por resolver el problema a los regantes y a San Pedro del Pinatar sin consular con Pilar de la Horadada. Los incidencias de evacuación no se ciñen exclusivamente a las lluvias dado que los residentes han detectado que la desalinizadora agrícola de Lo Romero está utilizando la misma rambla y el mismo puente sobre el canal para evacuar sus salmueras, supuestamente sin ningún tipo de autorización de vertido a esta zona.
Los afectados han tenido que lidiar en su protestas con la especial sensibilidad en el municipio y entre sus agricultores a la hora de preservar su principal fuente de riqueza: el agua del Tajo que riega los cultivos de invernaderos -muy presentes también en el paisaje de los tres barrios-. Es decir, han tenido que llevar especial cuidado con no cuestionar el canal.
Un tanque de tormentas y recarga de acuífero
El Ayuntamiento ha ido invirtiendo en las últimas décadas partidas millonarias en resolver problemas de evacuación de aguas pluviales. En especial para encauzar la rambla que atraviesa el casco urbano. Y reaprovecha parte del cauce público como zona de esparcimiento y aparcamiento. Y todavía tiene pendiente una inversión millonaria. Entre otros proyectos ya redactados se encentran dos para paliar los efectos de las lluvias en La Almazara, El Campillo y Los Villenas: aguas arriba de los barrios un tanque de laminación antitormentas y una zona con perforaciones que al mismo tiempo que rebaje la escorrentía superficial recargue los acuífero.
