Las calles de Granja de Rocamora se visten de gala para recibir en este mes de mayo sus fiestas en honor a la Santísima Cruz. Desde el pasado 23 de abril se desarrollan en el municipio multitud de actos y actividades, que conforman la antesala perfecta a la jornada de ayer. Con mucho arraigo popular, ramos de flores, música de tamboril y dulzaina, pólvora en manos de los arcabuceros y bellas cruces expuestas en las calles granjeras, los vecinos de festejaron el 3 de Mayo desde muy temprano, con una misa en la ermita a las ocho de la mañana, que dio paso al traslado del Lignum Crucis a la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol.
Después, miembros de la Corporación municipal, autoridades civiles y religiosas, integrantes de las comparsas festeras de Moros y Cristianos y vecinos se congregaron en la Plaza de San Pedro, más conocida como la del Ayuntamiento, para iniciar la procesión.
Allí, también se encontraban las reinas de las Fiestas de este año, las jóvenes María Nadal Hernández, Virtu Ramón Lozano, Triana Bernabéu Ramón, que fueron coronadas el pasado 30 abril. Y, junto a ellas, los cuatro niños, los «angelitos», vestidos con clásicos atuendos en rojo y azul, que tuvieron un papel protagonista en el día de ayer al marcar cada punto cardinal -Norte, Sur, Este y Oeste- en esta Plaza de la localidad, con el enarbolado de las banderas y el disparo de arcabuces. Una ceremonia con la que se pretende proteger las cosechas de la huerta.
En un lugar destacado, la familia Rives, capitaneada por José Rives y Carmen Fulleda, que ostentaban las legendarias banderas, insignias propias de estas fiestas.
Cuando la comitiva alcanzó la puerta del templo parroquial el Reverendo, Juan Miguel Castelló Sánchez, salió bajo palio portando el Lignum Crucis -una reliquia- en procesión hasta la Plaza de la Ermita de la Santa Cruz, donde fueron depositados los ramos de flores de los participantes, realizándose así la ofrenda floral y la Bendición de los Aires, un rito que se remonta al siglo XVII con el objetivo de pedir la bendición y protección de las cosechas del pueblo, que se expresa con la elevación de la reliquia orientada a los cuatro puntos cardinales y la agitando las dos banderas de color rojo, que llevan grabado el signo de la Cruz y las inscripciones «Con este símbolo vencerás» y la otra «Viva la Santa Cruz». Estos dos elementos presidieron los actos. Son llevados y enarbolados durante los festejos por el capitán de las fiestas y los abanderados.
Acabados estos actos, «la subasta de las banderas» es muy esperada por los vecinos, que pujan por ostentar las enseñas en las próximas fiestas de 2020, alcanzando cifras que rondan los 20.000 euros.
Concurso «Cruces de Mayo»
Con la inscripción gratuita y la participación libre hasta el pasado 28 de abril, estas fiestas en honor a la Santísima Cruz han contado este año con una novedad, la convocatoria del primer concurso local de «Cruces de Mayo 2019», organizado por la Parroquia San Pedro Apóstol y la Hermandad de la Santísima Cruz de Granja de Rocamora.
Con el objetivo de recuperar y consolidar la tradición, de tiempo inmemorial, de ubicar estos símbolos florales en forma de cruz cristiana católica en las fachadas, ventanas, puertas de las viviendas y calles de la localidad en este mes de mayo como manifestación de fe a la Santísima Cruz, tanto vecinos, asociaciones o empresas han participado exhibiendo sus creaciones originales, a base de flores naturales, tela y papel, desde el pasado 30 de abril.
Además de potenciar la devoción, el concurso entregará este domingo los premios en metálico a los tres primeros finalistas, obsequiando también al ganador con el disfrute de poseer una bandera especial durante un año.
Lignum Crucis, una reliquia de la cruz de Cristo
Granja de Rocamora una reliquia, el Lignum Crucis, que la tradición religiosa atribuye al madero de la cruz de Cristo y extraído del relicario apostólico. Fue concedido por el Departamento de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice para su pública veneración, con certificación oficial de la reliquia desde marzo de 1995.
