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Orihuela

El PP ya sufre las primeras bajas de militantes por el conflicto de la lista electoral

El pedáneo del barrio de San Francisco deja el partido tras 20 años por la falta «de unidad»

Juan Antonio Sánchez, a la izquierda, ayer en la sede del PP donde cursó su baja y la de su familia. tony sevilla

«Me voy por la falta de unidad en el partido». Son las palabras de Juan Antonio Sánchez, pedáneo del barrio de San Francisco de Orihuela, ayer, tras cursar su baja de militancia del PP, después de llevar más de 20 años en el partido. «Empecé con José Manuel Medina», recordaba. Sánchez es también miembro de la ejecutiva local popular, de la que se marcha, y pedáneo. Ayer comunicó su dimisión como regidor pedáneo al alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, «que ha dicho que no me la acepta», señaló. Persona muy conocida y querida en la ciudad, fue embajador cristiano en 2014, dice discrepar «con el lío que hay en el partido por los dos bandos que hay y eso me violenta, y yo lo que pido es unidad, porque yo soy del PP, no de uno ni de otro».

Sánchez explicó a INFORMACIÓN sus razones para darse de baja del PP. Por la mañana realizó unas declaraciones más subidas de tono que por la tarde pidió que no se le tuvieran en cuenta porque lo hizo «en un momento de calentura». Más calmado por la tarde, bajó el tono, pero, con una coherencia que ya le gustaría a más de uno de su partido, indicó que no le gustaba «que no haya habido consenso entre todos, se tenían que haber puesto de acuerdo todos hablando, porque yo lo que quiero es un consenso, una unidad y no un partido roto».

Se refiere al conflicto creado en el seno del PP tras la imposición por parte de Génova de una lista electoral para las elecciones de mayo distinta a la aprobada por el comité local y por el regional de Isabel Bonig, donde desde el PP nacional fulminaron todos los nombres que puso Aparicio (menos a él que va como número 3), en beneficio de los que propuso Bascuñana. Este hecho ha enemistado aún más a los dos bandos que desde hace tiempo hay en el partido, los afines al regidor Emilio Bascuñana, y los que lo son al presidente local, Dámaso Aparicio. La baja de militancia de Juan Antonio Sánchez, que también formalizó la de cinco miembros de su familia, evidencia una ruptura total en el PP y no van a ser las únicas bajas ya que algunos militantes ya han pasado por la sede de la Plaza Nueva para informarse sobre cómo pueden cursar su marcha como afiliados.

Aparicio, que ha sido ninguneado por su partido a nivel nacional, sigue sin pronunciarse sobre el revés que le ha dado Pablo Casado, o más bien el secretario general de los populares, el murciano Teodoro García Egea (que en realidad es el que ha estado más pendiente de la lista de Orihuela), y el propio Emilio Bascuñana, enemigo político irreconciliable y con el que tendrá que estar cuatro años más. Aparicio sigue pensando más en la promesa o acuerdo (ya no se sabe lo que fue) entre las direcciones nacional, provincial y local para situarse como diputado provincial en el próximo mandato (de momento, del tal acuerdo ya se ha incumplido lo de la lista consensuada y cremallera). Por su parte, Bascuñana va pidiendo a los suyos que eviten declaraciones públicas elevadas de tono por lo que se juega en los próximos comicios.

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