Desde el año 1996 el Ayuntamiento de Pilar de la Horadada ha solicitado a la propiedad de la Torre Vigía de la Horadada que cumpliera el «régimen de visitas» que se contempla en la Ley de Patrimonio. Y retomó el proceso en julio de 2015 solicitando como primer paso de nuevo la inspección al monumento. Aunque la nota municipal habla «de buen entendimiento», lo cierto es que el municipio solo ha logrado el permiso tras una resolución judicial.

Técnicos municipales y de la Conselleria de Cultura de la Generalitat pudieron acceder a la Torre Vigía, declarada Bien de Interés Cultural desde 1999, para efectuar una inspección, «que determine el alcance de deterioro del bien ». El Ayuntamiento ya anticipa que el monumento, una referencia cultural y patrimonial de la costa pilareña, requiere de una inversión económica «que tendrá que ser afrontada por la propiedad misma del BIC o con buen entendimiento se podría llegar a un acuerdo entre la propiedad particular y el Ayuntamiento pilareño».