La Generalitat ha licitado el expediente de adjudicación de la demolición del Colegio Público Inmaculada de Torrevieja. El principal aulario del centro -el más antiguo de Torrevieja, levantado a finales de los años 60- está apuntalado desde hace dos cursos y sus alumnos se han repartido en espacios comunes, separando salas con pladur e incluso con algunas dependencias en huecos de escalera.

El concejal de Educación, José Hurtado anunció ayer este trámite junto a las dos responsables de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos de Torrevieja, Gracia Martínez y Mayca Padilla. Una imagen insólita durante este mandato: un concejal del equipo de gobierno compareció para anunciar una «buena noticia» y los principales afectados, en la misma comparecencia, agradecieron el trabajo municipal.

El anuncio se publicó el día 2 de abril en la Plataforma de Contratación estatal. El proyecto está dividido en dos fases. La primera relativa a la demolición. Que es la que sale ahora a licitación con un importe de 447.600 euros. La secretaria de la AMPA, Gracia Martínez, indicó que las empresas interesadas tienen de plazo hasta el 29 de abril para presentar sus ofertas. Posteriormente, entre el 2 y el 9 de mayo se procederá a la apertura de las plicas y, a partir de ahí, la administración autonómica tendrá un plazo de seis meses para adjudicar el proyecto a la mejor oferta. Finalizada esta fase, se procederá a la licitación de la segunda y última, relativa a la ejecución de la obra. Esa demolición y posterior construcción exigirá a un traslado a un centro levantado exclusivamente en barracones -hace dos cursos quedaban plazas vacantes en algunos centros para redistribuir a los alumnos, ahora ya no-.

Gracia Martínez advirtió que los alumnos nunca dejarán el colegio sin la seguridad de que las máquinas comienzan las obras de demolición y garantías de una adjudicación posterior de la construcción del centro -recordó el precedente de otros centros, como El Acequión, que dejaron las instalaciones para que luego las obras se retrasaran durante varios cursos-.

Los padres del Colegio Inmaculada -con la ayuda del equipo docente- comenzaron a reivindicar una actuación urgente en el Colegio Inmaculada a finales de la década pasada. Tenían dos prioridades: una renovación integral del centro educativo y que se abordara en la propia superficie que ocupan ahora, en el barrio del Acequión, en pleno casco urbano de Torrevieja, sin que sacaran a los alumnos a la periferia, que ha sido la opción a la hora de realizar nuevos centros educativos en los últimos veinte años. Y parece que, de momento, lo han conseguido. Es más, de la renovación se ha pasado a un proyecto de un centro de nueva planta completo en el mismo solar.

Mayca Padilla dijo ayer que «ha sido un proceso muy duro», por lo que quiso «agradecer al edil José Hurtado, a la representante del Ayuntamiento en los consejos escolares, Carmen Sempere, y a su equipo de la Concejalía de Educación todo el trabajo que han realizado para que el proyecto salga adelante».

También aseguró Padilla: «Hemos sido tratadas muy bien en todo momento y la comunicación ha sido muy fluida, lo cual nos ha permitido estar informadas de manera clara y en todo momento». También dijo que el colectivo de padres es «absolutamente apolíticas, es un aspecto que quiero resaltar ya que parece que últimamente está de moda que las asociaciones de la ciudad tengan algún tipo de adscripción política, lo único que queremos es agradecer el esfuerzo que se ha realizado desde la Concejalía y transmitir que la comunidad educativa está contenta». Hurtado aseguró que se trata de una «noticia buenísima, ya que de esta manera se pone en marcha una reivindicación histórica de la comunidad educativa».