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El enebro y la sabina regresan a las dunas

Torrevieja revegeta zonas deterioradas del paraje natural del Molino del Agua con dos especies casi extinguidas en la provincia

Imagen de la zona de replantación de enebro de las dunas, en un área del Molino del Agua afectada en su día por un incendio. tony sevilla

Cuentan las antiguas crónicas de los pioneros en geografía y botánica que el pino no era el único árbol que poblaba el paisaje mediterráneo a la orilla del mar en la provincia de Alicante. Sobre los cordones dunares crecían bosques de enebros marítimos y sabinas, adaptadas al clima semiárido, el terreno y a la cercanía del mar. Recuperar parte de esa diversidad es lo que pretende la revegetación de algunas zonas del paraje natural municipal del Molino del Agua. No hay mal que por bien no venga. La repoblación pendiente de los más de cinco mil metros cuadrados de pinos calcinados por incendios intencionados se ha resuelto plantando enebro dunar.

Ha sido en el marco del convenio establecido entre la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Torrevieja y la empresa concesionaria del suministro hídrico, Agamed, miembros de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) han procedido a la plantación de medio centenar de enebros de las dunas (Juniperus macrocarpa), una especie extinguida en el sur de la provincia. Este árbol junto con la sabina de las dunas o mora formaba extensos bosques en la Edad Media que abarcaba los sistemas dunares del sureste ibérico, existiendo referencias ciertas de su presencia en La Manga (Murcia) y evidencias de que también lo estuvieron en el litoral sur alicantino.

En Torrevieja solo quedan 20 hectáreas de ese antiguo cordón dunar en el Molino del Agua y apenas unos restos en el palmeral de Ferrís. Esos de 50 enebros, acompañados de otras especies características de los bosques dunares como la sabina de las dunas (Juniperus turbinata), el lentisco (Pistacia lentiscus) y el cornical (Periploca angustifolia) han sido plantados en las dunas del Paraje Natural Municipal.

El objetivo es reforzar la recuperación de los bosques dunares, una formación prácticamente desaparecida pero de la que existen referencias en la Edad Media y en la Edad Moderna.

Cabo de la Nao y San Pedro

Tanto el enebro como la sabina se encontraban extinguidos en el sur de la provincia de Alicante, según explicó ayer la edil Fanny Serrano, quedando algunos ejemplares del primero en el norte de la provincia (entorno de Benidorm, Jávea, Cabo de la Nao) así como en la dehesa de El Saler, mientras que los escasos ejemplares de sabina de las dunas quedaron relegados en el Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar (Murcia).

Las plantaciones han sido dotadas de riego localizado que será retirado una vez los árboles se encuentren asentados.La recuperación de estas especies ha sido posible gracias a la colaboración del Servicio de la Devesa-Albufera del Ayuntamiento de Valencia, que ha cedido los plantones de enebro marítimo, así como del CIEF de la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.

La actuación desarrollada por ANSE se acompaña de otras de recuperación ambiental de este espacio dunar, entre las que destacan la plantación de 1.600 plantones de especies configuradoras de la flora dunar, la lucha contra las especies exóticas invasoras y el mantenimiento de infraestructuras como vallados de protección de áreas dunares sensibles.

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