La banda de tambores de la Hermandad de Los Moraos abrió la tradicional procesión en la mañana de ayer ante un público expectante por ver salir la imagen de la Virgen de los Dolores desde su ermita en Callosa de Segura.

El himno de España, la pólvora y los multitudinarios aplausos recibieron a La Dolorosa a hombros de una treintena de costaleros, mujeres y hombres, con el joven capataz Luis Miguel Mora, que ha tomado el relevo de su padre Luis Mora Salinas. Junto a ellos, a los pies del trono, las niñas María del Pilar (9 años) y Mireya (3 años), ataviadas con idéntico traje al de la talla, que lucía un broche nuevo en esta ocasión.

Este acto que inaugura la Semana Santa para los vecinos de Callosa de Segura, estuvo respaldado por la comitiva de la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, autoridades civiles y eclesiásticas y la Filarmónica del municipio, quienes escoltaron la imagen hasta llegar al interior de la Arciprestal de San Martín, donde la esperaban numerosos devotos, entre ellos muchos escolares.

Esta esperada «Bajada» se celebró después la serenata ofrecida a la Virgen en la noche del jueves y con la imagen de La Dolorosa en la iglesia se inicia el septenario a la Virgen.

Después, tras siete días en el templo, la talla volverá de nuevo a su ermita en un traslado, a las ocho de la tarde, y el Domingo de Ramos volverá a las calles de Callosa de Segura para participar en el «Encuentro» con el Cristo del Perdón y procesionar junto con las mantillas.

Tradición

En tiempos de la Guerra Civil española la realización de esta tradicional «Bajada»de la Virgen de Nuestra Señora de los Dolores se paralizó. «Fue en 1943 cuando se retomó este acto religioso, pero no con la talla del escultor murciano Salzillo, que quedó destrozada durante el conflicto», aseguraron desde la Cofradía.

Por ello, se encargó una nueva imagen, que data de 1940, obra del imaginero José Noguera Valverde, y fue restaurada (manos, rostro y pies) por Pilar Vallalta en el taller del Museo de Arte Sacro de Orihuela.