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Torrevieja

La salinera acaba con la escombrera de la laguna y retira 155 toneladas de residuos

La intervención regenera una zona degradada por su uso como vertedero de la explotación en los años 70 - La próxima salida de la Vuelta Ciclista y la actuación del parque natural han impulsado la intervención de la empresa concesionaria

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La salinera de Torrevieja acaba con la escombrera y retira 155 toneladas de residuos

La Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja (NCAST) ha retirado durante la última semana 155 toneladas de escombros y madera acumuladas desde hacía décadas en un vertedero junto a la orilla de la laguna de Torrevieja, entre el norte de las antiguas instalaciones de la «química» y la urbanización Torreta Florida. El terreno, además de formar parte del complejo industrial, está enclavado dentro parque natural de las Lagunas de Torrevieja y La Mata, blindada bajo varias figuras de protección ambiental: Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y humedal de importancia internacional (Ramsar).

La intervención de la adjudicataria de las salinera, Salins España, se ha producido tras la inspección del recinto por parte agentes ambientales de la Conselleria de Medio Ambiente. Visita que se produjo a mediados del pasado mes de enero, después de que INFORMACIÓN informara sobre la presencia de esta llamativa escombrera, que tiene su origen,en la acumulación de residuos derivados de la transformación tecnológica que vivió la industria de extracción de sal entre los años 60 y 80 y ajena a la actual arrendataria. Además del escombro, destacaba la acumulación de restos de barcazas de madera abandonadas rellenas de corchobarcazas -para que ganasen en flotabilidad y aligeraran el peso- que se utilizaban antiguamente para embarcar la sal extraída de la laguna para trasladarla a tierra.

La empresa ha contratado para estos trabajos a una empresa especializada en maquinaria pesada, movimientos de tierras y canteras, que ha movilizado retroexcavadoras, además de camiones de transporte. También ha instalado un dispositivo de cribado especial para separar los residuos, según explicó a este diario el responsable de la NCAST de esta operación de limpieza. En una semana la salinera estima que se han extraído unas 120 toneladas de escombro y otras 35 toneladas de madera de las antiguas barcazas. También se han retirado varios contenedores de otro tipo de materiales como plásticos y cuerdas. Todo este material será gestionado por empresas autorizadas. El vertedero se extendía, con mayor o menor densidad en la distribución de residuos, sobre una explanada de unos 10.000 metros cuadrados y en una zona de entrada prohibida a pie desde el exterior y al que solo se puede acceder con vehículo desde el recinto de la NCAST. Inicialmente la firma consideró que requeriría más tiempo para la retirada de escombros pero está terminada al 95%. El cantidad de vertidos acumulados es menor de lo que se había calculado inicialmente, según las mismas fuentes. A la explanada se ha reincorporado todo el material de arena y tierra sobrante del cribado. Pronto la zona podrá regenerarse de forma natural con vegetación autóctona de saladar tan característica de la laguna de Torrevieja.«Cuando se acumuló todo este material ni había parque natural, ni empresas de reciclaje», ni la actual sensibilidad ambiental, subrayó la NCAST a este diario. A la hora de que la firma haya actuado ha pesado el hecho de que este entorno privilegiado haya sido escogido como escenario de la salida de la Vuelta Ciclista a España el próximo mes de agosto -la actual zona de visitas turísticas está a unos pocos cientos de metros en línea recta de la explanada en la que se ha realizado la limpieza-. Además, el diputado del PP en el Congreso Joaquín Albaladejo había preguntado al Gobierno si se estaban cumpliendo los requisitos ambientales que Patrimonio del Estado, propietaria pública de las lagunas y sus orillas, exigía a la empresa concesionaria y si mantenía las condiciones ambientales de la laguna y la preservación de su patrimonio arquitectónico industrial.

La concesión de Patrimonio está condicionada al abono de un canon anual que aporta la empresa al estado de dos millones de euros anuales, con unos requisitos que subrayan la exigencia de reinversión en las instalaciones, apertura al turismo -que se ha cumplido- y vigilancia ambiental. Salins logró en 2014 prorrogar la concesión hasta 2030, prórroga que comienza a finales de este año 2019 y que se inicia siempre que se mantengan esas condiciones.

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