Los pacientes del Hospital Universitario de Torrevieja pudieron ayer aliviar su estancia con microconciertos a cargo de la orquesta ADDA Simfònica. La iniciativa, impulsada por la Diputación de Alicante, pretende «humanizar» la experiencia de los enfermos y el personal sanitario, según Torrevieja Salud. Cerca de 50 músicos integrantes de ADDA Simfònica repartidos en dúos, cuartetos y quintetos visitaron la zona de espera de consultas externas, urgencias, hemodiálisis, hospital de día, UCI, paritorio, la unidad de cirugía sin ingreso, pediatría y hospitalización donde interpretaron «reconocidas piezas de estilos variados».

Esta iniciativa, se enmarca dentro del Plan de Humanización de la asistencia del centro hospitalario que atiende a la mitad de la población de la Vega Baja y «contribuye a la mejora de la atención sanitaria aprovechando las capacidades psicoterapeúticas de la música y fomentar la cultura musical».

Además, pretende ayudar tanto a las personas que sufren alguna enfermedad como a las que necesitan cuidados permanentes (crónicos, terminales y geriátricos). Pacientes y personal sanitario mostraron su satisfacción por la experiencia, que, según la gerencia privada del centro público «causó expectación» y contribuyó a romper la rutina del centro -repleto de usuarios, en especial en la zona de consultas externas y especialidades. A la presentación de este acto acudió el diputado provincial de Turismo, Eduardo Dolón. Dentro del plan de humanización que difunde la gestión privada del centro público se enmarca otra de las iniciativas de Torrevieja Salud: Los «pequeños pacientes ingresados en el Hospital Universitario de Torrevieja cuentan con un nuevo transporte hacia el área quirúrgica o radiodiagnóstico», según ha anunciado la gerencia del centro sanitario.

Para los «peques»

Las camas y camillas tradicionales han sido sustituidas por un par de coches eléctricos teledirigidos «a los que los niños y niñas se podrán subir para ser trasladados fomentando el empoderamiento de los pacientes y la humanización de los cuidados», según la misma fuente. Y es que, el momento de trasladar a un niño al quirófano, al igual que los minutos previos a cualquier prueba invasiva, suele generar miedo a los pacientes más pequeños. Este estado puede llegar a afectar a la hora de administrar la anestesia e, incluso, del despertar.

A partir de ahora, los pequeños ingresados que requieran traslado a áreas específicas dentro del hospital o al propio bloque quirúrgico, podrán hacerlo montados en «un fabuloso descapotable rojo conducido por ellos mismos, siempre guiados a través del mando teledirigido por un profesional sanitario». Con esta iniciativa los niños y niñas «se divierten mientras acuden a los quirófanos del hospital para someterse a una intervención quirúrgica o cualquier prueba invasiva. Así «se reducen los niveles de ansiedad y estrés y mejora la predisposición de los pequeños ante la realización de cualquier prueba médica.