Desacralizar la iglesia de San Agustín costaría más de dos millones de euros. Es la cifra que puso ayer sobre la mesa el edil de Patrimonio, Rafael Almagro, para convertir el templo, abandonado desde 1987 y en un evidente estado de deterioro, en un centro sociocultural con capacidad para 1.000 personas. Es el proyecto que baraja el Ayuntamiento una vez que la iglesia pase a ser de su propiedad en virtud de la permuta entre el Consistorio y el Obispado para «cambiar» la iglesia de San Agustín (valorada en 623.415 euros) por los terrenos municipales que ocupa desde la década de los 90 el Colegio Diocesano Santo Domingo (valorados en 549.518 euros) -donde instaló unas pistas deportivas- y las 4 parcelas, que no viviendas, que usurpó el también diocesano colegio Oratorio Festivo en 2004 para construir también unas instalaciones deportivas para sus alumnos (que se han valorado en 31.180 euros). Además, el acuerdo incluye dar al Obispado 42.716 euros en efectivo cuya modificación de créditos pasa hoy por pleno aunque no saldrá adelante porque tanto los partidos de la oposición PSOE, Cambiemos y la edil no adscrita Carmen Gutiérrez como el socio de gobierno del PP, Ciudadanos, han anunciado su voto en contra. Algo que para Almagro no supone un obstáculo para la permuta ya que aseguró que «buscaremos alternativas» y todo para que «se produzca la permuta porque es buena para Orihuela y quien piense que la Iglesia gana es que no ha sacado bien las cuentas, porque quien gana es la ciudad de Orihuela».

«No está en ruinas»

Almagro defendió ayer la permuta en el interior del templo de San Agustín que abrió para que los medios de comunicación «comprobasen que no se necesita casco para entrar». Entre el pavimento levantado, grietas y palomas muertas, el concejal insistió en que «el edificio no está en ruinas ni ruinoso», palabras que le han molestado mucho, y al preguntar este medio sobre cómo calificaría el estado del inmueble se limitó a decir que «necesita un arreglo, una reforma». Sin embargo, la iglesia de San Agustín languidece con el paso del tiempo hasta el punto de que algunos de sus elementos amenazan con derrumbarse, como ya ha ocurrido -en 2009 se vino abajo parte del techo de la sacristía-. Su torre está torcida y, desde que se cerró en 1987, solo en 2012 se actuó en su cúpula para evitar que se cayera debido a la vegetación que crecía sin control y a la gran cantidad de kilos de excrementos de aves que se acumulaban encima, lo que generó un peligroso sobrepeso que deformó la estructura. También se colocaron testigos en la torre. Su fachada nunca se terminó y el terremoto que asoló la comarca en 1829 causó daños en sus torres. Su interior alberga un rico patrimonio, como uno de los escasos órganos barrocos anteriores a 1700 que se conservan -ayer este diario pudo comprobar que solo está la caja y que sus teclas están sepultadas por excrementos-. Todo esto la ha llevado a figurar, desde 2008, en la Lista Roja del Patrimonio de la Asociación Hispania Nostra, junto al Palacio de Rubalcava y al Castillo.

Para el concejal de Patrimonio el pagar 623.415 euros por la iglesia, que es el precio en el que se ha valorado por parte de un arquitecto externo, es un buen acuerdo porque «vale muchísimo más, algo más de 5 millones de euros, pero hemos hecho un descuento por su depreciación tanto física como funcional y también vamos a descontar los más de dos millones de euros para hacerlo funcionar como un centro sociocultural para más de 1.000 personas» donde dijo se celebrarían conferencias, charlas o conciertos una vez desacralizado el templo que conservaría su fisonomía al ser un Bien de Relevancia Local, pero «no se va a poner después ni en manos del Obispado ni se van a oficiar misas», insistió. Para que sea realidad esa inversión «buscaremos fondos europeos, estatales, autonómicos y municipales», indicó.

Abandono

La permuta, que investiga la Agencia Antifraude tras la denuncia de la edil Carmen Gutiérrez que Almagro calificó ayer de «ridícula», solo cuenta con el apoyo de una parte del grupo municipal del PP. Almagro señaló que el Ayuntamiento no podía seguir «permaneciendo ajeno» al deterioro galopante de la iglesia tras más de 3 décadas de abandono por parte de su propietario, el Obispado, que nunca se ha preocupado por el histórico templo, el más grande de la ciudad. «El grupo popular cumple la Ley porque según la Unesco y la Constitución existe obligación por parte de las administraciones de velar y participar en la conservación del patrimonio histórico (...) allá otros si deciden continuar del lado de los que no cumplen la Ley». Y no dudó en criticar al socio de gobierno del PP en Orihuela, Cs, que se ha mostrado contrario a esta permuta por considerar que no beneficia a los oriolanos sino a la iglesia y haber dejado a sus ediles fuera de la negociación del acuerdo. «Creo que se ha equivocado Cs».

El concejal de Patrimonio reconoció que durante años se han producido en Orihuela «situaciones irregulares» en referencia a la ocupación de parcelas municipales por parte del Obispado en Santo Domingo y en el Oratorio Festivo «y también el Ayuntamiento estuvo ocupando unas naves y terrenos de la Iglesia como sede de unas brigadas y así se desveló hace un año», dijo, lo que para él no puede ser un impedimento para continuar con la permuta «por algo que pasó hace 20 años, aquí se trata de arreglar esos temas».