El Ayuntamiento de Rojales ha ordenado paralizar las obras de uno de los proyectos estrellas del equipo de gobierno socialista, la nueva piscina infantil y el edificio de los vestuarios de las instalaciones polideportivas municipales. No le ha quedado más remedio que ordenar parar los trabajos tras el informe realizado por los arquitectos municipales que se encargan de la dirección de obra que enumera una a una las muchas deficiencias detectadas en los trabajos y en el proyecto y, además de pedir su paralización, señalan que debe aprobarse un modificado. Los trabajos cuentan con un presupuesto de 583.899 euros y está previsto que culminen este verano.

Los técnicos municipales han detectado que el muro existente en la parte posterior del edificio a construir no coincide con el previsto y supuesto en los planos del proyecto. Además, el muro al que habría de adosarse el nuevo edificio de vestuarios es de bloques de hormigón huecos y carece de un relleno que garantice su trabajo a flexión. Éste presenta una deformación bastante evidente, alertan los arquitectos municipales, por lo que no se garantiza la seguridad ni la estanqueidad. Los técnicos señalan que «no podemos considerar aceptable la construcción del nuevo edificio de vestuarios y la cantina según el proyecto aprobado».

Y critican que en el proyecto se partiera del supuesto de que dicho muro se encontraba en perfecto estado y que podría cumplir su función estructural «por lo que no se incluyó en el proyecto la construcción de ningún nuevo muro», algo que ahora estiman necesario estos técnicos para seguir con los trabajos, por lo que piden una modificación del proyecto para realizar un nuevo muro de contención de hormigón armado que «cambiará completamente la estructura proyectada, desde la cimentación, pasando por los pilares y hasta el forjado». Además, señalan el mal estado de una rampa, que piden que se elimine y se amplie la escalera, y que la piedra artificial que forma el perímetro del vaso de la piscina de adultos está muy deteriorada pero lamentan que en el proyecto no se haya incluido una partida para sustituirla.

Unas deficiencias que no han pasado desapercibidas para la oposición. El Pader ya denunció hace meses la adjudicación de la redacción del proyecto por 17.750 euros 22 días antes de que la ley de contratos bajara el umbral de los contratos menores a 15.000 euros en lugar de los 18.000. «Ese proyecto se adjudicó deprisa y corriendo a un arquitecto cercano al PSOE, nosotros ya votamos en contra porque se presentaron 3 presupuestos con una diferencia entre los 3 de unos 200 euros solamente», denuncia Desiderio Aráez, portavoz de esta formación. El proyecto, para reducir costes, ni siquiera incluyó la dirección de obra que el alcalde asignó a los arquitectos municipales que ahora han ordenado paralizar los trabajos.

Juzgado

Pero Aráez denuncia algo aún más grave, la construcción de un muro, el que ordenan que se haga los técnicos, antes de que se haya modificado el proyecto, por lo que ha pedido explicaciones en un escrito dirigido al alcalde, el socialista Antonio Pérez. «No hay constancia del acuerdo municipal que autorice expresamente la ejecución de esa obra que debía ser objeto de un modificado del contrato adjudicado y queremos saber quién ha dado la orden para que se levante el muro», señala el portavoz del Pader que anuncia que está dispuesto a llevar este asunto al juzgado. «No sabemos cuánto ha costado ese nuevo muro no incluido en el precio de licitación y es un asunto muy grave», señala. «No consideramos aceptable el proyecto aprobado».

Por su parte, el alcalde rojalero señaló a este diario que «en 15 días se retomarán los trabajos, tras hacer el modificado para cambiar el muro, pero lo que más me preocupa es que no nos hayan dado permiso para retirar el tejado de fibrocemento de los antiguos vestuarios» y asegura que los trabajos se terminarán en el plazo estipulado.