El santuario de Nuestra Señora de Monserrate de Orihuela, la iglesia que alberga la imagen de la patrona de la ciudad, permanece cerrado la mayor parte del año por la falta de un conserje que pueda abrirlo en un determinado horario. Su apertura depende de que un voluntario pueda acudir al templo para abrirlo y cerrarlo y permanecer allí durante un determinado horario para vigilarlo. La cofradía Nuestra Señora de Monserrate, que mantiene la que es una de las iglesias más emblemáticas de la ciudad, reconoce que no puede asumir el gasto de tener a una persona allí para que pueda estar abierto a turistas y fieles, por el impago de la subvención comprometida por el Ayuntamiento de Orihuela. En concreto, son 12.000 euros los que el Ayuntamiento debe a la cofradía por las ayudas de 2016 y de 2018 (6.000 euros por cada convocatoria). Un dinero que «es necesario para que podamos contratar a una persona que pueda abrir el templo en un horario de mañana y tarde, como sucedía antes cuando lo gestionaba Orihuela Cultural», se quejan desde la cofradía.

El teniente de alcalde de Orihuela, Juan Ignacio López-Bas, que ha asumido las competencias de Cultura por la baja de la edil Mar Ezcurra, aseguró ayer que el área ya ha pagado el dinero que, reconoce, se debía a la archicofradía pero que éste no se destina directamente a la entidad sino al Obispado «que será quien reparta, pero se ha hecho el pago en enero de lo que se debía de dos años, y el pago es a año vencido, cuando se justifica la subvención», asegura.

Una persona voluntaria se ofreció hace unos días a custodiar el templo durante algunas horas por las mañana de martes a sábado, siempre y cuando no tenga que ausentarse por algún motivo ya que lo hace de manera altruista. No es la solución, señalan desde la cofradía, que esperan la llegada del dinero comprometido. De momento, está abriendo de 11 a 13 horas de martes a sábado. Fuera de ese horario no es posible acceder al templo. «Muchos turistas se acercan y ven que está cerrado», lamentan las mismas fuentes.

Por ello, han tenido que echar mano de la imaginación y han buscado una original manera de que tanto los fieles como los turistas puedan ver la belleza del interior de esta iglesia y el camarín de la Virgen de Monserrate. Un ventanuco de cristal en la puerta de entrada permite verlo desde el exterior desde hace unos días. «Dejamos programadas las luces del camarín para que no se apaguen hasta las 10 de la noche y así cualquier persona puede rezar o ver a la patrona de Orihuela desde la calle, al no poder abrir la iglesia», explica uno de los portavoces de la cofradía de la Virgen de Monserrate.

Orihuela Cultural

Hace unos años, cuando se ocupaba el Ayuntamiento, a través de Orihuela Cultural, «el templo se abría tanto por las mañanas de 10 a 14 como por la tarde de 16 a 19 horas, porque había un conserje», explican. «Ahora por las tardes es impensable abrir, necesitaríamos varios voluntarios que se comprometieran a venir y lo que hacemos algunos es que si sabemos que un grupo está interesado en ver el templo hacemos por venir algún miembro de la cofradía, en nuestro tiempo libre, para abrirlo, siempre que haya alguien disponible».

Con los 6.000 euros que debería recibir al año del Ayuntamiento la cofradía Nuestra Señora de Monserrate no solo se puede mantener un conserje en un horario «también hacer más obras de restauración». Gran parte del presupuesto que tiene se va desde hace unos años al tratamiento contra las termitas que estaban arrasando el templo, principalmente la nave del Santuario, sobre todo la capilla del hallazgo, que es la más afectada, en la cueva donde dice la tradición que se halló la imagen de la Virgen de Monserrate, patrona de Orihuela, que tiene más de dos siglos de antigüedad y que está protegido como Bien de Interés Cultural.

Los insectos también han dañado las columnas alrededor del camarín del Cristo de la Buena Muerte y una parte de la bóveda de ese camarín. El tratamiento, por un periodo de 5 años, asciende a 20.000 euros que ha tenido que sufragar la cofradía gracias a sus miembros y a donaciones de los fieles. «Por todo ello es tan necesario el dinero del Ayuntamiento porque hay gastos fijos que no podemos quitar como luz, agua, seguros o campanas, en los que se van mínimo 6.000 euros, más las restauraciones que hacemos cuando podemos. Mantener el patrimonio es caro», zanjan desde la cofradía.