Pedro Zaplana pasará en cuatro meses de ser alcalde a fiscalizar a uno de los regidores que salgan elegidos en las elecciones municipales del próximo mes de mayo. El regidor catralense, que pasó del PP, donde militó durante 8 años, a fundar su propio partido, Alternativa por Catral (APC) -que fue la formación más votada en los últimos comicios obteniendo 5 ediles- ha aprobado recientemente una de las oposiciones más difíciles, la de Secretario General de la administración local. De hecho, de las 33 plazas convocadas a nivel nacional por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, a las que se presentaron más de 1.500 personas, solo 20 han aprobado la oposición y han sacado su plaza de habilitado nacional, entre ellos Pedro Zaplana.

«Ha sido muy duro, un año estudiando durante muchas horas, mañana, tarde y noche, pero sin descuidar mi labor como regidor, lo que he hecho es dormir poco, ver menos a mi familia y amigos y no practicar deporte (risas) y al final ha tenido su recompensa», explicó ayer Zaplana para quien «los políticos no pueden perpetuarse en cargos públicos, nuestro partido lo tiene muy claro y yo entendía que con 8 años liderando un proyecto era suficiente y que no venía a hacer carrera política, para eso me hubiera quedado en el PP o me hubiera ido al PSOE o Cs».

Abogado de profesión, cambiará en pocas semanas los roles de ser él el fiscalizado (como regidor durante 6 años de Catral) a fiscalizar a un Ayuntamiento (y a su alcalde y concejales), aunque aún no tiene claro qué destino elegirá, solo que será en la provincia de Alicante donde «hay plaza en Dolores, Onil, Callosa d'en Sarrià o Monforte del Cid, lo tengo aún que decidir», aunque prefiere que no sea un consistorio de la Vega Baja «donde conozco a todos los políticos, aunque yo donde esté haré mi trabajo que es fiscalizar que todo se haga bajo la legalidad». No ha sido un camino fácil aunque lo pudiera parecer para alguien que se ha sacado una de las oposiciones más difíciles en solo un año.

Cuatro oposiciones en un año

Y no ha sido la única. Son nada más y nada menos que cuatro las oposiciones que ha aprobado en ese periodo. Además de la de Secretario de clase 2 (para ayuntamiento entre 5.000 y 20.000 habitantes), ha sacado otras tres de técnico de administración general. «Me presenté a esas plazas también como entrenamiento de hacer exámenes para funcionario de la administración, aunque en este caso lo convocan los ayuntamientos, mientras me seguía preparando para la de Secretario, que era mi objetivo, y las tres las aprobé; en la de Jumilla que salieron 3 plazas quedé el quinto, pero aprobé la oposición y me quedé en bolsa e incluso me llamaron después para irme allí a trabajar, después hice la de Mutxamel que había una plaza y quedé segundo, también en bolsa y donde me llamaron para ir a cubrir una plaza, y finalmente la de San Vicente del Raspeig que quedé el primero y gané la plaza en propiedad, por lo que tuve que tomar posesión porque si no perdía la plaza», explica. Allí permaneció un mes, antes de pedir la excedencia, tras renunciar a su sueldo como alcalde, hasta que recibió la llamada que esperaba: había aprobado el último examen para la plaza de Secretario de ayuntamiento.

Zaplana se estuvo preparando en una academia de Murcia. «Es una oposición que me encanta, porque toco los tres palos que me gustan que son la política local, administración pública y derecho» y señala que «mi experiencia como abogado y alcalde me ha ayudado mucho a prepararme los tres exámenes que he tenido que pasar, sobre todo para el supuesto práctico». Zaplana tomará posesión de su plaza en ocho meses, una vez superado el curso intensivo obligatorio para nuevos habilitados nacionales. Pasa una semana al mes en Madrid, donde se dan las clases teóricas, y tres semanas acude al Ayuntamiento de Aspe, donde está haciendo las prácticas como Secretario.

Nuevo candidato de APC

Zaplana anuncia que permanecerá ligado a la política local como presidente de Alternativa por Catral (APC) que él fundó. Su relevo como cabeza de lista lo asume el actual edil de Urbanismo, Juan José Vicente, quien tiene como objetivo «seguir siendo la fuerza política más votada del municipio». Este ingeniero técnico reconoce la dificultad de lograr una mayoría absoluta «y seguramente serán necesarios pactos como el que hicimos este mandato con el PSOE, con el que hemos estado muy a gusto», asegura Vicente. Recuerda los «logros» conseguidos en 4 años «como reducir la deuda a poco más de un millón, el segundo colegio que se va a construir, la apertura que haremos del geriátrico y el puerto seco, junto a otros consistorios de la comarca».

Juan José Vicente explicó que «antes de terminar 2019 abriremos el geriátrico con 292 plazas y 130 puestos de trabajo y será una realidad el colegio nuevo con 7 millones de euros de inversión de la Generalitat» y se marca como objetivo la elaboración de un nuevo PGOU tras modificarse la Lotup. «Nos permitirá desarrollar el casco urbano, ya que no podíamos hacer nada, estábamos atados por las casas ilegales que ahora se legalizarán».