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Cinco años de cárcel y tres millones de euros por roturar una finca en Orihuela

El implicado pide reducir la sanción porque parte del terreno, que quería emplear para plantar olivos, se ha regenerado de forma natural tras 14 años

Agentes de la Policía Local comprueban unas roturaciones en una imagen de archivo. Tony Sevilla

El Ministerio Público ha pedido, en su acusación provisional, cerca de cinco años de prisión y una sanción de tres millones de euros para el propietario de una finca situada en la Sierra del Cristo, en el término municipal de Orihuela lindando ya con Murcia, por roturar 10 hectáreas de terreno, una práctica prohibida sin los pertinentes permisos, para dedicar las parcelas al cultivo de olivos, según el escrito de acusación del fiscal. Los hechos se remontan a hace casi 14 años, ya que se produjeron en 2005.

El juicio, programado para este mes en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, se ha suspendido para ampliar documentación e informes sobre el terreno afectado. El acusado pide que se reduzca sustancialmente la multa, destinada a recuperar el terreno, porque, alega, se ha regenerado parcialmente de forma natural durante todos estos años, por lo que el impacto ambiental se ha subsanado, en parte.

El Ministerio Fiscal, por su parte, ha pedido a los peritos que en su día determinaron el área afectada y los daños ambientales producidos que vuelvan a examinar la parcela para actualizar sus informes y determinar el estado actual del terreno y el coste actualizado de paliar el daño medioambiental.

Allanar terreno

Allanar terrenoEl objetivo de las roturaciones es allanar el terreno en las sierras, que suele ser muy irregular, para crear parcelas en las que se pueda cultivar, de forma escalona. Una práctica prohibida si no se cuenta con los permisos pertinentes y que, en este caso, conllevó la pérdida de centenares de pinos, que fueron arrancados para crear una superficie lisa en la que, presuntamente, poder cultivar.

La Sierra del Cristo se encuentra en las inmediaciones de la pedanía oriolana de Hurchillo, muy cerca del paraje natural de Sierra Escalona, que cuenta incluso con una Zona de Especial Protección Para Aves. Las roturaciones en la zona son relativamente frecuentes, y las organizaciones ecologistas las denuncian de forma constante a las autoridades.

La Fiscalía sostiene que en este caso se destruyó el terreno y las especies vegetales que habitaban en él para obtener rendimiento económico con los cultivos, por lo que pide una sanción económica tan elevada para regenerar la zona y tratar de que vuelva a su estado habitual. Además, pretende que sirva como aviso a navegantes ante acciones de este tipo y las evite en un futuro.

El eterno problema de Sierra Escalona

Si hay un lugar en la Vega Baja donde las roturaciones están causando un gran daño, ese es Sierra Escalona, la principal zona verde de la comarca y que está a la espera de que el Consell pueda aprobar, de una vez por todas, su protección como Parque Natural. Las denuncias de la Asociación de Amigos de Sierra Escalona (ASE) son constantes. Las roturaciones suelen pretender transformar terrenos de secano en regadío en este lugar declarado Zona de Especial Protección para la Aves (ZEPA) de Sierra de Escalona y Dehesa Campoamor. Las zonas ZEPA están integradas en la Red Natura 2000 y su objetivo es preservar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres.

Estas trasformaciones tienen un impacto ambiental muy importante en un hábitat muy singular que se define por la alternancia de cultivos de secano, en especial almendro y algarrobo, con pinares. La presencia de las mayores poblaciones de rapaces en Europa de especies como el búho real se basa en ese mosaico ambiental. Sin embargo, las denuncias de los ecologistas no siempre tienen la rápida actuación que cabría esperar por parte de la administración autonómica.

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