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Todos contra todos en el gobierno de Torrevieja

Los diez concejales del cuatripartito no se reúnen para coordinar la gestión municipal en el Ayuntamiento desde el pasado verano. Los desencuentros que trascienden son casi diarios

Todos contra todos en el gobierno de Torrevieja

La última reunión de los diez concejales del grupo de gobierno conocida en el Ayuntamiento de Torrevieja se produjo a finales del verano pasado. Desde entonces lo más parecido a una coordinación entre los cuatro partidos que forman la coalición que gobierna en minoría (PSOE, Los Verdes, IU y APTCe) fue un encuentro de portavoces en la que se decidió someter al pleno los presupuestos municipales de 2019 -que contra todo pronóstico salieron adelante-.

Es el reflejo del día a día en la dirección política de la administración local donde la coordinación brilla por su ausencia. Los concejales actúan en sus departamentos sin contar con el resto y todos intentan distanciarse para marcar diferencias en la recta final del mandato y de cara a las elecciones municipales. Algo que al final, y pese los esfuerzos de última hora, no deja de tener su reflejo en comparecencias públicas, notas de prensa, declaraciones y las inefables redes sociales, en las que algunos exhiben ya sin discreción sus diferencias.

Algunos ediles de distintos grupos han pedido al alcalde José Manuel Dolón (Los Verdes) que vuelva a convocar estas reuniones, sin éxito. Antes de que los miembros del gobierno dejaran de verse las caras cada martes por la tarde las ausencias en esas reuniones ya eran evidentes, en especial las protagonizadas por el concejal de Mercados y Transportes, Javier Manzanares.

El acuerdo entre cinco partidos siempre fue complicado, aunque inicialmente el pentapartito cogió velocidad de crucero pese a decidir gobernar en minoría y necesitar en cualquier caso el apoyo de Ciudadanos para seguir adelante. De hecho, una de las patas, Sueña Torrevieja, se descolgó al año y medio del mandato. Esa misma carencia de apoyos impidió que se completara el acuerdo de gobierno que implicaba el relevo en la Alcaldía de José Manuel Dolón a favor Fanny Serrano (PSOE) en su ecuador.

De que este desencuentro no es algo aislado han trascendido unos cuantos ejemplos -otros han quedado en la trastienda-. Hace una semana los concejales Víctor Ferrández (IU) y José Hurtado (Los Verdes) dejaron una junta de gobierno ante el empeño de Serrano (PSOE) de dejar sobre la mesa un punto del orden del día, algo que finalmente no logró por el rechazo, además del voto del alcalde, del edil Domingo Soler (APTCe) y el de su compañero de filas, Domingo Pérez. Esta semana, Javier Manzanares, edil del PSOE, se reunió con los miembros de la Federación de Padres de Alumnos «Gabriel Miró» que le felicitaron en una nota de prensa por haber trabajado para adaptar algunos horarios del transporte urbano, gratuito para los empadronados, a la llegada y salida de las paradas junto a colegios e institutos. La Federación arremetía en ese mismo comunicado, completado con una foto del edil rodeado de los padres en su despacho, contra al área de Educación y Hacienda de José Hurtado por no haber hecho nada por resolver los problemas de transporte. Manzanares se disculpó horas después de que Los Verdes calificara el comunicado de «bulo» -no lo era-.

También, hace unos días, Domingo Soler desmintió que la Diputación hubiera ocupado un solar sin autorización municipal para realizar el vertido de escombros de la obra de renovación del paseo de Punta Margalla. Mientras el área de Urbanismo de Serrano aseguraba al mismo tiempo que la institución provincial no había solicitado licencia para esa obra. En estas cuitas se ven implicados, en muchas ocasiones, los jefes de departamento.

Al final, todas las miradas recaen en el alcalde José Manuel Dolón, que sigue ofreciendo varias ruedas de prensa y tomando decisiones en los últimos meses como si se encontrara todavía en la trinchera de la oposición, en especial cuando hace referencia al trabajo que deberían realizar sus funcionarios. Con el matiz de que es él el alcalde. Sus compañeros le acusan veladamente de bloquearse en el momento de tomar decisiones y de no haber impuesto autoridad en la plantilla, para romper con el «régimen» impuesto, a su juicio, por más de 25 años de gobiernos del PP, y que «había que quebrar», lo que no es incompatible, aseguran sus compañeros, con el cumplimiento de la legalidad (la principal obsesión de Dolón en estos cuatro años).

Una agrupación del PSOE enfrentada decide la lista electoral

El PSOE afronta una semana clave. La tensión va en aumento en las filas del PSOE de Torrevieja conforme llega el momento en el que se acerca la fecha para convocar la asamblea en la que se debe someter a la militancia la lista o listas de candidatos a las elecciones municipales. Una candidatura que encabezará el arquitecto Andrés Navarro, tras disputarle ese puesto al secretario general Javier Manzanares en unas primarias y ganar por amplio margen. Pero ese es el único puesto claro. La lista es paritaria. Por lo que el segundo lugar debe estar ocupado por una mujer y así de forma alterna. La disputa está entre el segundo y quinto lugar -ni los más optimistas firman, de momento, un resultado por encima de los cinco concejales del PSOE local -que ya sería un éxito frente a los cuatro actuales-. Aunque en los siguientes huecos se juegan los futuros puestos de asesor.

Manzanares trasladó, incluso antes de perder el puesto de la Alcaldía, que la lista era cosa suya, entre otras cosas porque considera que tiene el control del voto de la asamblea, formada por unos doscientos militantes -en las primarias se inscribieron hasta mil vecinos, muchos de ellos con una vinculación muy limitada con los ideales socialistas, de hecho ejercieron su derecho a voto afiliados del PP y APTCe. Manzanares, que cuenta con el respaldo del grupo municipal, recuerda que se trata de un sistema de listas abiertas. Es decir, gana la que más votos coseche entre las que se presenten. No hay integración válida con ese sistema. Sin embargo, el resultado de las primarias ha ajustado el equilibrio de fuerzas entre ambos sectores del partido. Y si Manzanares fue elegido secretario general con el 80% de los votos ahora hace un año con una la asistencia de unos 80 militantes a la asamblea y el respaldo del secretario general saliente, eso ha cambiado. Sáez y Fanny Serrano se han alineado con Navarro.

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