La concejal de Bienestar Social de Orihuela, Sabina Galindo, tiene previsto retomar la actividad del baile en el centro de mayores Virgen de Monserrate que quedó interrumpida tras una denuncia vecinal por ruidos. Sin embargo, el baile que desde hace más de ocho años animaba a los mayores con voz en directo y música pregrabada todos los sábados y domingos de siete a once de noche, no volverá a ser igual. La edil propone una serie de limitaciones para poder retomar la actividad, y así se lo trasladó ayer al Consejo del centro de mayores Virgen de Monserrate, conformado por nueve representantes de cada una de las actividades que se realizan en este local.

Galindo anunció que su concejalía estaba valorando con una empresa la realización de nuevas mediciones y la posibilidad de adquirir un limitador de decibelios. A esta medida habría que añadir la modificación del horario de baile para cumplir con la normativa que regula la delimitación acústica. Se acabaría así con la actividad en horario nocturno. Así que baile sí, pero con limitaciones que habrá que ver cómo reciben los más de 200 usuarios que acudían todos los fines de semana. Un aforo que se tuvo que limitar a esa cantidad de personas porque había días que, incluso, se triplicaba.

El anuncio de retomar la actividad del baile en el centro de mayores contrasta con las declaraciones que realizó hace unos días el edil de Actividades, Rafael Almagro, a INFORMACIÓN, en las que descartaba esa posibilidad por la alta inversión requerida para insonorizar el local, que era la opción que él barajaba para poder recuperar los bailes de los fines de semana. «A toda la complejidad del proyecto hay que añadir la imposibilidad de que el Ayuntamiento pueda hacer inversión en el local», subrayó Almagro. «Los vecinos denunciaron y la Policía hizo unas mediciones de decibelios y la licencia con la que cuenta ese centro no contempla esa actividad. Yo sé que es duro pero no podemos hacer lo que nos dé la gana», indicó el concejal, que no concretó el coste necesario para adecuar el local, aunque dijo que sería «importantísimo porque estamos hablando de un local muy grande» y comparó el permiso al que deben recibir las discotecas.

Durante la reunión del consejo del centro de mayores también se dio cuenta de los informes realizados por la jefatura de la Policía Local, así como de los escritos presentados por la Comunidad de Propietarios del edificio. Además, se informó de la recomendación que le realizó la Policía Local a la jefa de servicios, que se encontraba en el lugar el domingo que se canceló la actividad, de clausurarla hasta que se encontrara una solución acorde a la normativa.

Sabina Galindo recordó ayer que fue en 2013 cuando el entonces concejal de Urbanismo, Antonio Zapata, firmó un decreto respecto a la licencia ambiental del centro, donde se detallaba en los condicionantes «que la actividad no podrá disponer de instalación de ambiente musical o equipo de reproducción sonora». «En cuatro años no hicieron nada para evitar que llegáramos a esta situación, por lo que son ellos los responsables absolutos de la misma, y lo vamos a solucionar», zanjó la concejal de Bienestar Social.